ROMA. La estadunidense Amanda Knox y el italiano Raffaele Sollecito tendrán que afrontar un nuevo juicio por la muerte de la estudiante británica Meredith Kercher en 2007, después de que el Tribunal Supremo italiano anulase la sentencia de absolución y ordenase repetir el proceso.

 

Con este veredicto se reabre el proceso judicial más mediático y polémico de los últimos años en Italia, del que se han escrito libros e incluso rodado series de televisión, y tocará ahora al tribunal de apelación de Florencia decidir la suerte de Knox y del que era su novio en la época de los hechos.

 

En diciembre de 2009, un tribunal de Perugia, la ciudad italiana donde fue asesinada Meredith Kercher, de 21 años, que estaba cursando su programa de intercambio europeo Erasmus, condenaba a Knox y Sollecito a 26 y 25 años de prisión, respectivamente, por participar en la muerte de la estudiante.

 

Mientras que la Justicia italiana consideraba autor del asesinato al marfileño Rudy Guede, quien tras elegir un juicio breve fue condenado a 16 años de cárcel en diciembre de 2010.

 

En primera instancia, los jueces habían creído la reconstrucción de los hechos realizada por los fiscales que establecía que la joven británica fue asesinada negarse a participar en un “juego sexual”, por lo que supuestamente Guede violó a Meredith, mientras que Knox la apuñaló, al tiempo que Sollecito la sostenía.

 

Knox y Sollecito fueron detenidos en noviembre de 2007 y pasaron cuatro años en las cárceles italianas hasta que el 3 de octubre de 2011, el Tribunal de Apelación de Perugia les absolvía por no “existir” y “no haber cometido” los hechos que a ambos se les imputaban.

 

La única condena ratificada, fue los 3 años de reclusión (ya cumplidos) a Knox por calumnias contra Patrick Lumumba, un músico congoleño a quien la estadunidense implicó en los hechos, pero finalmente quedó libre de cargos.

 

Fueron muchas las críticas, sobre todo en la prensa estadunidense, por cómo se desarrollaron las investigaciones, la recogida de las pruebas en la casa donde se produjeron los hechos o los interrogatorios, pero todo cesó con la absolución de ambos.

 

Los únicos que nunca se rindieron fueron la familia de Meredith Kercher, quienes junto con la fiscalía de Perugia recurrieron este veredicto para intentar “esclarecer” verdaderamente lo que ocurrió aquella noche.

 

Ahora se espera que el Supremo en los próximos días publique la “motivación” de su decisión, para comprender porqué decidió anular la sentencia de absolución, pero en un primer momento no se cree que tendrán que estar presentes los dos acusados.

 

La pesadilla de años de juicios y prisión llegaron hasta Seattle, donde regresó Amanda Knox tras ser absuelta y se estaba construyendo una nueva vida.

 

Mientras que Sollecito, que se encuentra en Verona, (noreste) donde estudia el último año de la carrera de Ingeniería informática, manifestó a los medios italianos que “no tenía palabras” para expresar lo que estaba pasando.

 

La estadunidense ha escrito su verdad en un libro “Waiting to Be Heard: A Memoir di Amanda Knox” (Esperando ser escuchada) que tras aplazarse varios veces su publicación estaba previsto su venta en Estados Unidos el próximo 30 de abril, aunque podría volver a aplazarse en espera de conocer como terminará este último capítulo.