SEÚL. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, aseguró que el régimen seguirá avanzando en el desarrollo de armas nucleares y ampliará su arsenal, solo un día después de disparar la tensión con la amenaza de haber entrado en “estado de guerra”.

 

Las fuerzas armadas con capacidad atómica del país “deben ampliarse y reforzarse cualitativa y cuantitativamente hasta que la desnuclearización del mundo sea una realidad”, expuso el líder al abrir la sesión plenaria del Partido único de los Trabajadores de Corea del Norte.

 

En esta inusual sesión -la asamblea no se reunía desde septiembre de 2010-, Kim definió la nueva estrategia política del régimen comunista en dos pilares fundamentales: “el progreso de la economía” y “el desarrollo del potencial nuclear” del país, informó la agencia estatal KCNA.

 

El joven líder, cuya edad se estima en 29 o 30 años, afirmó que la posesión de armas atómicas de Corea del Norte “debe ser fijada por ley”, lo que refleja la intención del país de oficializar su condición de estado nuclear.

 

Además, Kim prometió que lanzará al espacio más satélites, como el puesto en órbita con éxito el pasado diciembre que costó a Corea del Norte nuevas sanciones de la ONU al considerarlo un ensayo encubierto de misiles.

 

La KCNA argumentó en su despacho que las armas nucleares no son una “moneda de cambio política”, ni “para negociaciones económicas”, en una aparente referencia a la creencia generalizada en Corea del Sur y Estados Unidos de que Pyongyang usa su programa atómico para obtener concesiones del exterior mediante el chantaje.

 

La agencia estatal, que actúa como vocero del régimen, apuntó también que las fuerzas armadas nucleares de Corea del Norte son su “vida” y éstas “nunca pueden ser abandonadas mientras existan los imperialistas (en referencia a Estados Unidos y sus aliados) y las amenazas atómicas” en el mundo.

 

El Partido de los Trabajadores norcoreano, principal órgano político del país comunista, celebró su sesión plenaria de en un ambiente regional marcado por la elevada tensión, tan solo un día después de que el régimen anunciara que ha entrado en “estado de guerra” y advirtiera de un “combate a gran escala”.

 

Los medios estatales norcoreanos publicaron, en su habitual pero recientemente intensificado tono belicista, que los misiles del poderoso Ejército Popular de Corea del Norte están preparados, tras la pertinente orden de Kim Jong-un, para atacar en “cualquier momento” intereses de Corea del Sur y Estados Unidos.

 

Tal anuncio supuso un escalón más en la dura campaña de amenazas que el régimen dirige a ambos aliados desde que el pasado 7 de marzo la ONU le aplicara nuevas sanciones por su última prueba nuclear de febrero.

 

También contribuyeron a elevar la tensión las pasadas semanas los dos ejercicios militares anuales, uno de ellos todavía en curso, que Seúl y Washington realizan estos días en territorio surcoreano y que el régimen comunista condenó al considerarlos un “ensayo de invasión” de su país.

 

En este ambiente, Corea del Norte celebrará hoy una sesión de su Asamblea Popular Suprema (parlamento), en lo que expertos anticipan como una sesión previa con vistas al primer aniversario, el 11 de abril, del nombramiento de Kim Jong-un como secretario general del partido único.

 

En la vecina Corea del Sur, a la espera de que Pyongyang dé muestras de intensificar o relajar su campaña de amenazas tras la cita de mañana, el ambiente continúa siendo de total normalidad y los expertos consideran mínimas las posibilidades de un ataque militar del Norte.

 

Japón avisa que no soportará provocaciones

 

TOKIO. El ministro vocero del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, aseguró que Japón “no puede permitir la provocación agresiva de Corea del Norte” en respuesta a las crecientes amenazas del régimen de Pyongyang.

 

Preguntado sobre las medidas que podría tomar su ejecutivo, Suga aseguró en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo que se va a reforzar la vigilancia y que se va “a mantener una relación estrecha con EU, Corea del Sur, China y Rusia”, con quien Japón forma las conversaciones a seis bandas sobre Corea del Norte.

 

La reacción del Gobierno nipón llega después de que el régimen de Pyongyang anunciara este sábado que había entrado en “estado de guerra” dentro de una escalada de amenazas casi diarias contra Corea del Sur y Estados Unidos.

 

En este sentido, Corea del Norte dijo a través del periódico Rodong Sinmun que las bases militares estadounidenses en territorio japonés serán objeto de ataque si se desencadena una conflicto armado en la Península de Corea.

 

El periódico del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte enumero las bases estadounidenses de Miasawa, Yokosuka y Okinawa como susceptible de ataque.

 

Aunque era la primera vez que el régimen comunista señalaba directamente unas bases en concreto, el despliegue militar de EU en Japón ya había sido objeto de amenazas con anterioridad.

 

El mismo periódico recordó el pasado 17 de marzo que Corea del Norte iba a ejercitar su derecho a un ataque nuclear preventivo contra sus enemigos y señaló que Japón no iba a ser “una excepción”.

 

Sobre el tema, Corea del Sur anunció que llevará acabo en abril maniobras militares conjuntas en su territorio junto a la marina de Estados Unidos para comprobar su capacidad ante potenciales provocaciones del régimen norcoreano.

 

El ejército de Corea del Sur explicó que los ejercicios consistirán en maniobras y operaciones conjuntas para probar sus unidades.

 

Además, reveló que los marines estadunidenses que se encuentren en el país para estos ejercicios serán invitados a participar en “discusiones técnicas para la preparación de posibles provocaciones de Corea del Norte”.

 

Como respuesta a la escalada de amenazas llevadas a cabo en las últimas semanas por parte del régimen de Pyongyang, el ejército de Corea del Sur dijo que intentará mantener un “nivel alto el estado de preparación ante potenciales provocaciones”, informó la agencia local Yonhap.