WASHINGTON. Las autoridades de salud estadounidenses monitorean el brote de la mutación de gripe aviar H7N9 en China, que hasta ahora ha cobrado seis vidas, e insistieron en que no hay motivo para alarmas, tras informar que ya trabajan en una vacuna.
El director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC, por sus siglas en inglés), Thomas Frieden, confirmó que no se han detectado casos de la nueva cepa del virus H7N9 en el país.
“No hay evidencia de que el virus se transmita entre las personas o de que esté presente en Estados Unidos”, indicó Frieden.
No obstante, funcionarios del CDC, están en permanente contacto con autoridades chinas para dar seguimiento a la propagación del nuevo virus.
Además, CDC ya trabaja con fabricantes de vacunas para producir una que proteja contra la mutación del H7N9.
SIN ALERTA DE VIAJE
Las autoridades no han emitido advertencias de viaje, pero sí se está recordando a los turistas estadounidenses que están en China que se mantengan alejados de los mercados de aves vivas.
El número de fallecidos en el este de China por la nueva cepa aumentó a seis, tras la muerte de un granjero de la ciudad de Huzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, y de otras dos personas en Shangai en las últimas horas.
El número de contagiados se eleva ya a los 16 en todo el país, según informó la agencia oficial Xinhua.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) descarta por el momento la posibilidad de una pandemia, ya que por ahora no cree que el H7N9 se transmita entre humanos, sino más bien por contacto con aves o con sus fluidos corporales. (EFE)
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