LOS ÁNGELES. Vientos intensos azotaron el lunes buena parte de California, donde derribaron árboles, provocaron apagones intermitentes, levantaron polvaredas que dificultaron la visibilidad en las autopistas y causaron olas que embistieron la costa con fuerza, como parte de un sistema atmosférico primaveral que avanzaba por el occidente del país.

 

Se reportaron ventarrones en Arizona, donde se cerró un tramo de 54 kilómetros (34 millas) de la autopista Interestatal 40, cerca de Winslow.

 

En Phoenix, las polvaredas impidieron divisar las montañas que rodean la ciudad, y al menos cuatro personas resultaron lesionadas en una colisión múltiple, cuando dos semirremolques colearon en la Interestatal 10, en el sur de Arizona. Ninguna de esas personas sufrió lesiones que pusieran en riesgo su vida.

 

Nuevo México comenzaría a resentir el impacto de estos vientos el lunes por la noche. En Colorado, el fenómeno derivaría en la acumulación de hasta 60 centímetros de nieve.

 

El norte de California fue la primera zona donde se registraron los ventarrones, que se extendieron hasta Sacramento y los valles de San Joaquín.

 

En declaraciones al canal KGO-TV, el agente policial de San Francisco, John Tozzini, dijo que se registró la caída de una docena de árboles en esa ciudad. El canal informó que más de 20 mil consumidores se quedaron sin electricidad en la región.

 

De acuerdo con el diario Sacramento Bee, una serie de apagones se presentó también en el distrito municipal de esa ciudad.

 

Los vientos, que soplaban del noroeste al norte, incluyeron ráfagas de hasta 128 kilómetros por hora en algunos puntos del sur de California.

 

Este fenómeno atmosférico fue provocado por un frente frío.

 

“Simplemente es un frente frío muy intenso desde el norte”, dijo Carol Smith, especialista del Servicio Meteorológico Nacional en Oxnard, California.

 

Las crestas de las olas se tornaron blancas en el Océano Pacífico, frente a la costa de California, donde se emitieron advertencias de vendaval para las embarcaciones pequeñas.

 

Se pidió que las embarcaciones usadas con fines recreativos permanecieran en puerto. Un oleaje intenso hizo que el agua saltara por encima de los diques y provocó vorágines de espuma debajo de los muelles en lugares como Redondo Beach y Manhattan Beach, en la costa del condado de Los Angeles.

 

Las tolvaneras obligaron a que la Patrulla de Caminos de California cerrara la carretera estatal 14, en el Valle de Antelope, una zona desértica al norte de Los Angeles, debido a la poca visibilidad. El agente Michael Farrell dijo que ocurrieron accidentes menores cuando algunos automovilistas se detuvieron en el camino y fueron alcanzados por detrás por otros vehículos. No se reportaron heridos.