La semana pasada se dio el anuncio final de la crónica de una despedida no sólo anunciada, sino necesaria.
NBC dio a conocer el retiro, tras los Juegos Olímpicos de invierno en 2014, de Jay Leno de la conducción del Tonight Show.
Así como Today creó toda una escuela de televisión matutina a nivel mundial, el Tonight Show es la pauta para programas nocturnos. Copiado hasta el cansancio, el formato se ha desgastado en guerras intestinas en las cuales el conductor actual ha sido protagonista en los últimos 30 años.
En un inicio, el programa era conducido en Nueva York por Jack Paar y Steve Allen. No obstante, su verdadero despegue se dio cuando tomó la batuta Johnny Carson.
Comediante nato, escritor carismático, Carson le dio al Tonight la mezcla perfecta de humor ácido y entrevistas inteligentes que lo llevaron a ser el lugar infaltable para promover películas, discos, obras o figuras. El grito de “here’s Johnny” fue tan emblemático que Stanley Kubrick lo utilizó en la escena más recordada de su clásico El Resplandor.
Carson hizo crecer tanto el programa que su sucesión se convirtió en una guerra civil dentro de NBC. Leno y David Letterman entraron en un conflicto que ocasionó la salida de Letterman del canal para crear la primera competencia seria del programa en la CBS.
La NBC no pudo retomar la batuta en el rating y la preferencia dentro de la barra de las 23:30 hasta que Leno tuvo la suerte -porque afortunado es, y mucho- de entrevistar a Hugh Grant luego de un desliz con una prostituta.
Sin embargo, a partir de entonces, la televisión norteamericana tiene dos figuras nocturnas con distintas connotaciones: el creíble, afable y con estatura moral Letterman -el favorito de Carson para sucederlo- y el egocentrista y conservador Leno. Coleccionista de autos, amante fiel de su esposa, un hombre tradicional que se parece más a un auto clásico norteamericano que a las nuevas tecnologías que, hoy, lo devoran.
Hace un trienio, Leno dejó su lugar a Conan O’Brien, un pelirrojo escritor de los Simpsons que llevaba años realizando un gran trabajo en el show que Letterman había dejado para ir a la competencia. No obstante, la NBC no estaba lista para dejar ir a su estrella nocturna. Jeff Zucker -sí, el mismo que hoy lleva CNN- hizo una terrible decisión salomónica: dar el Tonight Show a Conan y abrir un espacio a las 10 de la noche para un programa nocturno para Leno.
El caos, la caída de ratings y la salida de afiliados y anunciantes terminaron con el regreso del italiano a las 23:30 y la salida de O’Brien del canal.
Hoy, la situación ha cambiado. La ABC entró en la competencia con alguien más joven -Jimmy Kimmel- y Leno, pese a mantener buenos números, cada día conecta menos con la generación de las redes sociales.
Su remplazo será Jimmy Fallon. Egresado de Saturday Night Live y protegé de Lorne Michaels -uno de los más exitosos productores de televisión norteamericanos-, Fallon ha desarrollado una base de fanáticos aceptable en el Late Show, el mismo espacio por donde pasaron Letterman y O’Brien.
Con la salida de Leno, la pelea por el público joven se dará entre una ABC fortalecida y una NBC con graves problemas internos y de aceptación de la audiencia. En contraste, Letterman quedará como el mariscal de la televisión nocturna, tal y como lo quería Carson.
Con ello, también acaba una guerra de tres décadas entre Leno y Letterman…y O’Brien…y Kimmel…y Fallon.
Y hasta con él mismo.