La tecnología como instrumento para la seguridad. La seguridad en la Ciudad de México es hoy en día uno de los frentes de trabajo más dinámicos por la incorporación que hace, cada vez más, de la tecnología como herramienta para el combate a la delincuencia. Podemos decir que los avances en el desarrollo del mundo de la electrónica, principalmente, son poderosos aliados a favor de la sociedad.
Ahora bien, no se trata de la generación de nuevos dispositivos o aplicaciones por sí que la tecnología resuelve el problema de la inseguridad, ésta debe estar soportada en un esquema de trabajo operativo funcional que pueda dar respuesta al ciudadano que decide hacer uso de las nuevas tecnologías, si no, se convierten en desarrollos fatuos e inservibles.
Afortunadamente en la Ciudad de México se entendió perfectamente la ecuación y al desarrollo tecnológico generado en estos últimos años se le acompañó de un programa de operación policial distinto, enfocado en lograr una capacidad de respuesta efectiva y eficiente, que permita recuperar principalmente la confianza en nuestra policía. Nos referimos a los cuadrantes.
La capital del país ocupa una superficie de 890 kilómetros cuadrados y, para su vigilancia, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal -una de las más grandes de Latinoamérica, con sus casi 90 mil elementos- la ha dividido en cinco zonas, que a su vez se subdividen en 15 regiones, que a su vez se conforman por 75 sectores y éstos por 847 cuadrantes.
Ahora bien, cada cuadrante tiene una división generada por cinco puntos: 1. Las características geográficas del terreno; 2. La densidad de población, 3. La incidencia delictiva, 4. Las vialidades y 5. El estado de fuerza existente; conjuntados todos ellos la división debe permitir que la policía atienda una emergencia en cinco minutos, hoy, la respuesta es en tres para casos de alto impacto.
A este nuevo esquema de patrullaje se suma la obligación de los policías de realizar visitas domiciliarias, presentarse con los vecinos y dejar un número telefónico para ser llamados ante las emergencias. Al día, los policías realizan cerca de 10 mil visitas. La idea es generar, otra vez, el vínculo entre policía y ciudadanía.
Finalmente, toda la operación es monitoreada desde la propia Secretaría de Seguridad Pública, donde se puede incluso ubicar las patrullas, que cuentan ya con GPS, y detectar si están fuera del cuadrante.
Así, el esquema de operación se vincula con dos esquemas tecnológicos importantes: las ocho mil cámaras de videovigilancia que tiene la ciudad y que se programan según la incidencia delictiva y la nueva aplicación para teléfonos inteligentes, Mi Policía. A estas dos sumemos la Línea Ciudadana, el 5533 5533, del Consejo Ciudadano, que tiene comunicación directa y en tiempo real con el centro de mando de la policía.
Así, las herramientas existen, el desarrollo tecnológico ha sido puesto a nuestra disposición a favor de la seguridad, sólo queda ahora utilizarlo. Seamos nosotros los principales jueces de estos avances a través de un acto muy sencillo: su uso, y si es eficiente reconozcámoslo, si es deficiente señalémoslo para mejorar, pero ante todo, no seamos indiferentes, porque recordemos que como sociedad debemos pasar de la protesta a la propuesta y a la acción.