La organización feminista ucraniana Femen y sus características protestas en las que sus integrantes aparecen en topless han generado críticas, incluso de otras mujeres. ¿Por qué?
El 8 de abril en la feria industrial de Hannover, integrantes de la organización se manifestaron con el torso descubierto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Mientras la reacción de Merkel fue de desconcierto, el mandatario ruso sonreía entusiasmado.
“Me ha gustado la acción”, dijo Putin sonriente en una rueda de prensa para informar sobre su visita a Alemania, y pidió a los organizadores de la feria que “agradecieran a las jóvenes ucranianas su ayuda para promocionar el evento”.
Por su parte, Alexandra Shevchenko, una de las dirigentes de Femen, dijo a la BBC: “estamos protestando contra el patriarcado y tres de sus manifestaciones: la explotación sexual, la religión y la dictadura”.
“La protesta en Hannover fue contra uno de los mayores dictadores y uno de los individuos más poderosos y peligrosos del planeta”, añadió.
La protesta en toppless es la insignia de la organización feminista y muchas son las críticas por ello.
Cuando la organización convocó al “Día Internacional del Yihad Topless“, para protestar en las embajadas en defensa de la tunecina Amina Tyler, un grupo de mujeres convocó al “Día del orgullo de la mujer musulmana”, con una consigna clara: no necesitamos que nos salven.
Las organizadoras de la contraprotesta no avalan la forma en que Femen se manifiesta, ya que consideran que puede ser contraproducente.
El grupo ucraniano también ha indignado a feministas que aseguran que desnudarse no es la mejor manera de luchar por los derechos de las mujeres.
Sin embargo, al cuestionar a Shevchenko sobre si no le parece que la forma en que Femen protesta es contradictoria, ella revocó esta premisa con una clara respuesta.
“Los hombres usan el cuerpo femenino para conseguir sus propios objetivos, lo venden y lo usan para anuncios comerciales, para satisfacción sexual y personal”.
“Lo que estamos haciendo nosotras es reclamar nuestro cuerpo y nuestra sexualidad para lograr nuestros propios objetivos, y no estoy hablando de conseguir un esposo sino de lograr nuestros propios objetivos políticos “, agregó.
Marchas. De las putas a la homobofobia
Históricamente a la mujer no se le permite mostrar su cuerpo o no más de lo que los hombres desean, y para historias de censura no falta ir a Alemania, ni falta Putin. En 2011, miles de mujeres salieron a las calles de la ciudad de México con la etiqueta “la marcha de las putas”.
La acción tenía como objetivo central desvincular la vestimenta con las agresiones masculinas, es decir, eliminar la idea de que el acoso sexual es directamente proporcional al tamaño de la falda.
No obstante, se registraron signos de censura para las mujeres que llevaban “poca ropa” o escotes pronunciados.
Foto / Cuartoscuro
El 16 de marzo del año en curso se celebró la sexta marcha lésbica en la capital mexicana, la consigna “Si Sor Juana viviera, con nosotras estuviera”, fue interrumpida por un grupo de mujeres en topless que robó las miradas de los medios y asistentes.
Instantes después de que el pequeño contingente se uniera a la movilización, dos mujeres comenzaron a besarse, lo que provocó que quienes encabezaban la protesta comenzaran a gritar “Esta marcha es de visibilidad, no de exhibición”.
Por si fuera poco, alguien con un megáfono soltó la frase “esto no tiene nada que ver con nuestra marcha lésbica” y comenzaron las agresiones contras quienes se atrevieron a besarse.
La reacción del colectivo en topless fue defender su forma de protestar, al decir que el activismo queer va siempre desde el cuerpo, desde el performance. Es un activismo que muestra un cuerpo politizado, dijeron, un cuerpo hablante, que expresa libertad. Es una forma de apropiarse del discurso y exponerlo visualmente.
“No hay libertad política sin libertad sexual” dijo una las integrantes del colectivo. (Con información de BBC y Vanguardia)