El maratón de Boston evocó los ataques terroristas de 2001. Dos explosiones en la ruta de la prueba y una más en la biblioteca John F. Kennedy, que produjeron hasta este momento dos muertos, y más de 134 heridos, 15 en estado crítico, llevaron a que se suspendiera la carrera, la más importante del mundo en su tipo, a unos metros de la meta y cuatro horas después de haber iniciado, donde corrían 27 mil personas, incluidos 231 mexicanos.

 

Dos explosiones sucedieron en la calle Boylston cerca de la meta, a una distancia de 185 metros una de otra, en la zona financiera de Boston, donde se encuentran algunos de los hoteles más elegantes y las tiendas más exclusivas de Nueva Inglaterra.

 

En conferencia, la autoridad confirmó una tercera explosión en la biblioteca John F. Kennedy, aunque señaló que aún investigan si se  podían ligar los hechos, así como el hallazgo de un cuarto artefacto también ubicado en la calle Boylston, el cual fue controlado.

 

En tanto, declaraciones de Congresistas señalan que habría un quinto artefacto también deshabilitado. Sin embargo no hay aún más detalles al respecto.

 

La confusión produjo alerta en todo el país. En la Casa Blanca aparecieron las barricadas y en Nueva York, principal víctima de los ataques terroristas en 2001, las medidas de seguridad se reforzaron.

 

En Boston, la policía dijo que “el evento sigue en desarrollo”, lo que significa que aún no sabían si el peligro había pasado. Y se restringió el uso del espacio aéreo sobre la ciudad.

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Boston, en cuya área se encuentran 42 universidades, algunas de ellas entre las más prestigiadas del mundo, se detuvo. La policía pidió a todos los habitantes de la ciudad –es el corazón de una de las megalópolis estadounidenses-, que se quedaran en sus casas, y saturó las comunicaciones para impedir el uso de los celulares, en prevención de que pudieran existir más bombas.

 

Todos los puentes sobre el río Charles, que divide a Boston de Cambridge, fueron cerrados. En Cambridge, muy cerca de donde fueron las explosiones, se encuentra el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y a dos kilómetros de distancia se encuentra la Universidad de Harvard.

 

El ex presidente Felipe Calderón, quien desarrolla un proyecto de investigación en esa institución, envió un mensaje en su cuenta de Twitter desde la zona del maratón, donde era espectador.

 

En Boston, cerca de la zona financiera donde fueron las explosiones, se encuentra el Departamento de Salud Pública, uno de los orgullos de Harvard, que dirige el mexicano Julio Frenk. Asimismo, se ubica la Universidad de Boston y la Ópera.

 

La primera explosión se dio a pocos metros de la meta, sobre la avenida Boylston. Algunos testigos pensaron que se trataba parte de la celebración. La segunda, 10 segundos después, se dio calles adelante, cerca de la Plaza Copley, donde se concentran hoteles, tiendas departamentales de lujo y centros comerciales.

 

Testigos dijeron que algunas personas resultaron mutiladas y que había individuos con huesos expuestos, como resultado de las explosiones.


Fotografías del incidente mostraban, según describieron, “una masiva explosión”, que causó una espesa cortina de humo de unos 10 metros de altura.

 

Los estallidos

Alrededor de las 14:50 horas locales (13:50 horas en la Ciudad de México) se escuchó la primera explosión cerca de la intersección de las calles Boylston y Exeter, cerca de la línea de meta. Cinco segundos después se produjo el segundo estallido.

 

La corredora canadiense Laura McLean dijo que escuchó dos explosiones en las afueras de una carpa de atención médica.

 

Por su parte, la testigo Zara Bielkus afirmó que las explosiones se produjeron una tras la otra, separadas por apenas unos segundos.

Algunos testigos señalan que otros dos artefactos explosivos habrían sido localizados y desactivados en la zona.
La primera imágenes de la zona de estallidos muestran caos y temor entre la población. Las calles lucen con sangre y escombros.

 

“Hay muchas personas heridas”, dijo el corredor 17528, identificado como Frank Deruyter.

 

Cada año, miles de espectadores se congregan a lo largo de los 42.19 kilómetros en los que se extiende la carrera, para apoyar a los atletas. La primera edición de este maratón data de 1897.

 

Las explosiones ocurrieron horas después de que los ganadores cruzaran la meta.