TOKIO. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo ayer, durante su visita a Tokio, que el diálogo es la “elección” por la que apuesta Washington para solventar la tensa situación generada por las amenazas bélicas lanzadas por Corea del Norte.
Kerry explicó, tras reunirse con el canciller nipón, Fumio Kishida, que pese a que Washington hará “lo que haga falta para defender a sus aliados Japón y Corea del Sur de las amenazas norcoreanas”, la “elección” de la administración Obama es retornar a la mesa de negociación para lograr una “resolución pacífica” de la situación.
El jefe de la diplomacia estadunidense aterrizó ayer en Tokio, tras visitar en los dos últimos días a Corea del Sur y China, en un intento de acercar posturas y convencer a Pyongyang de que abandone su tono belicista.
Kerry compartió con Kishida el balance de esas dos visitas, y volvió a subrayar la importancia de que ayer Pekín, lo más parecido a un aliado con que cuenta Pyongyang, y Washington emitieran un texto conjunto que prueba el “compromiso chino de cara al diálogo y a la desnuclearización en la península coreana”.
“Con la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) hicimos una declaración similar y Japón se ha adherido hoy también a esos términos”, explicó el secretario de Estado.
“China dejó claro que no podemos tener una política retórica y estoy de acuerdo”, dijo Kerry, quien insistió en que “nadie quiere repetir los ciclos de años anteriores”, en referencia a las conversaciones que han sucedido históricamente a las amenazas norcoreanas pero no han servido para eliminar el peligro nuclear.
El secretario de Estado estadunidense se mostró confiado en encontrar “fórmulas” con los miembros de las negociaciones para la desnuclearización de la península coreana (EU, Rusia, China, Japón y las dos Coreas) “para resolver diferencias” y lograr que Pyongyang se siente a dialogar en ese foro por primera vez desde 2008.
Tanto Kishida como Kerry dijeron ayer estar de acuerdo en la necesidad de impedir “que Corea del Norte posea armas nucleares”, después de que Pyongyang dijera recientemente que retomará la producción de uranio con fines militares.
Ese anuncio se enmarca en la insistente cascada de retórica bélica dirigida con especial virulencia contra Seúl, Tokio y Washington desde principios de marzo, después de que la ONU ampliara las sanciones contra el régimen norcoreano por su prueba nuclear de febrero.
“Corea del Norte debe entender que las amenazas lo van aislar más y van a empobrecer más a su gente”, insistió ayer Kerry, quien también valoró positivamente la oferta de diálogo lanzada a Pyongyang el pasado jueves por la presidenta surcoreana, Park Geun-hye.
“Creo que un ofrecimiento así requiere coraje y que debería ser bienvenido”, afirmó, pese a que ayer Pyongyang declinó la oferta y volvió a responsabilizar a Washington y Seúl de alimentar la crisis con los ejercicios militares conjuntos que realizan en la región hasta finales de abril.
La semana pasada imágenes por satélite mostraron que el régimen de Kim Jong-un ha desplegado en las provincias orientales de Kangwon y Hamgyong del Sur misiles de corto y medio alcance.
La inteligencia surcoreana considera que Pyongyang podría lanzar próximamente a modo de prueba uno o varios de estos proyectiles para conmemorar el 101 aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, que se celebra mañana, 15 de abril, y que supone la mayor festividad nacional en Corea del Norte.
Se espera que el régimen organice como cada año un gran desfile militar presidido por el nieto de Kim Il-sung y actual líder, Kim Jong-un, y que incluso haga desfilar por las calles de Pyongyang misiles balísticos a lomos de plataformas móviles de lanzamiento.