WASHINGTON. Un acuerdo bipartidista para lograr una reforma migratoria necesitará un riguroso cumplimiento de la ley que incluya sanciones más severas para quienes hayan ingresado sin permiso en Estados Unidos, y no será una amnistía, afirmó el senador republicano, Marco Rubio, uno de los ocho senadores que preparan la ley migratoria que se presentará esta semana.
Durante una ronda de entrevistas en los programas políticos dominicales de las principales cadenas de televisión, señaló en Meet the press de NBC que “amnistía es el perdón de algo” y aseguró que “habrá consecuencias para quienes hayan violado la ley”.
Quien calificó a la ley migratoria como amnistía fue el senador republicano por Alabama, Jeff Sessions: “No estoy convencido (…) sé que Rubio está de corazón en lo correcto. En verdad respeto el trabajo realizado por el grupo de ocho senadores. Pero han elaborado una propuesta que concederá una amnistía ahora, que en la práctica legaliza a todos los que están aquí hoy y después contiene el compromiso de que se hará cumplir la ley en el futuro”, apuntó. Rubio fue contundente en negar lo que dijo su compañero de partido.
El senador cubano estadunidense aseguró que la propuesta incluye medidas para reforzar la seguridad de la frontera y los inmigrantes tendrán que cumplir una serie de requisitos, como un “riguroso” control de antecedentes, antes de poder solicitar un estatus legal en un plazo de 10 años, a partir del cual eventualmente podrían solicitar la ciudadanía.
“Creo que es importante entender que (este proyecto) no regala nada; permite a las personas el acceso al sistema de inmigración legal”, dijo en el programa de ABC This week.
“No hemos concedido nada a nadie. Lo único que estamos haciendo es dar a las personas la oportunidad de que con el tiempo puedan acceder a nuestro nuevo sistema legal de inmigración, mejorado y modernizado”, dijo Rubio, senador por Florida.
En este sentido subrayó que se trata de dar una oportunidad para entrar en el proceso para solicitar un estatus legal temporal, lo cual “no significa que se vaya a dar desde el primer día”.
“Hay un proceso para eso”, señaló el senador, quien recordó que los inmigrantes tendrán que pagar tasas de solicitud y una multa; pagar impuestos mientras tienen este estatus temporal y “demostrar que no son una carga pública”. Además, en este periodo no tendrán acceso a los beneficios federales.
“Lo único que están ganando es una oportunidad para solicitar un estatus temporal y, en última instancia, potencialmente solicitar una tarjeta de residencia”, agregó.
El senador explicó que habrá personas que no cumplan con los requisitos solicitados, bien que no hayan estado el suficiente tiempo o porque hayan cometido algún delito y “no podrán quedarse”.
Según algunos apartes del texto que se espera se presente este martes y que se han filtrado a la prensa, el plan impone una fecha límite para ampararse al ajuste migratorio, que dejaría fuera del proceso de legalización a centenares de miles de indocumentados que entraron a EU después del 31 de diciembre de 2011.
El senador dijo, a quienes estén esperando entrar legalmente a Estados Unidos, que “nadie que haya entrado de la forma incorrecta lo va a conseguir antes”.