WASHINGTON. Al menos tres personas murieron y 130 resultaron heridas a causa del estallido de dos bombas colocadas en la zona donde se corría la maratón de Boston, lo que inevitablemente trajo a la memoria de los estadunidenses los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington.
Uno de los muertos es un niño de ocho años, según informó la cadena de televisión CNN.
El periódico Boston Globe informó de al menos 130 heridos tratados en los hospitales locales, de los que por lo menos seis, estarían en estado crítico y algunos sufrieron amputaciones de miembros.
Los organizadores de la maratón anunciaron que 4 mil 496 de los 23 mil 326 corredores que comenzaron la salida se detuvieron antes de llegar a cruzar la línea de meta, donde se produjo la explosión.
Las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión mostraban cuerpos ensangrentados, pánico en la expresión de ciudadanos corrientes, caos en las calles y el sonido de las ambulancias.
Los dos estallidos ocurrieron cerca de la meta; entre ambos, había no más de 200 metros de separación, todo esto en la zona financiera de Boston, donde se encuentran algunos de los hoteles más elegantes y las tiendas más exclusivas de Nueva Inglaterra.
Tras las explosiones, el espacio aéreo sobre Boston fue restringido, el sistema de telefonía celular suspendido durante un tiempo -para evitar una posible activación a distancia de paquetes explosivos- y los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC fueron incrementados.
Las autoridades investigan el origen de las explosiones, que tuvieron lugar en torno a las 15:00 horas (16:00 de México), cuando había corredores cruzando la línea de meta y decenas de espectadores todavía en las calles.
La maratón de Boston, donde ayer fue día festivo, es “la más prestigiosa del mundo”, según los organizadores. La de este año era su edición 117 y la corrían 27 mil personas, incluidas 231 mexicanos.
Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que agrupa, desde 2006, a las cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además de Boston).
Las autoridades informaron de que un tercer “incidente con fuego”, todavía no aclarado, tuvo lugar poco después en la biblioteca presidencial John Fitzgerald Kennedy de la ciudad.
“No estamos seguros de que estos incidentes estén relacionados, pero estamos trabajando sobre la hipótesis de que lo están”, dijo un vocero policial. De acuerdo con las versiones que manejaban algunos congresistas, un cuarto explosivo fue desactivado. Esto último no fue revelado de manera oficial ni tampoco se describió su ubicación.
El comisario de la policía de Boston, Ed Davis, indicó que todavía no hay detenidos, mientras el FBI ha iniciado una investigación.
La biblioteca presidencial JFK alberga documentos originales de la administración de Kennedy, así como correspondencia, y material inédito de varios autores, entre ellos Ernest Hemingway.
Al parecer no hubo heridos en la biblioteca, ni resultaron dañados los archivos.
Boston, en cuya área se encuentran 42 universidades (entre ellas algunas de las más prestigiadas del mundo) quedó paralizada. La policía pidió a todos los habitantes de la ciudad que permanecieran en sus casas.
Todos los puentes sobre el río Charles, que divide a Boston de Cambridge, fueron cerrados. En Cambridge, muy cerca de donde fueron las explosiones, se encuentra el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y a dos kilómetros de distancia se encuentra la Universidad de Harvard.
La policía de Boston también indicó que todas las investigaciones permanecían abiertas y que no se dispone del conocimiento suficiente como para poder valorar las causas.
El Centro Médico de Boston aseguró estar tratando a decenas de pacientes, entre ellos a dos niños que se encontraban en el área cercana a la línea de meta de la maratón.
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