El atentado en Boston el día de ayer hace realidad una de las peores pesadillas de Estados Unidos: la operación eficaz de células de Al Qaeda en su territorio. Al Qaeda o la base es una organización terrorista con un fin ideológico, que usa al Islam como vehículo para conseguir adeptos. Si bien los centros de operaciones y reclutamiento de Al Qaeda se encuentran en Afganistán y Pakistán, antes del 11 de septiembre había un esfuerzo para reclutar miembros en Europa y en años recientes en EU. En los últimos tres años se han desarticulado por lo menos cinco células con diferentes grados de avance y maduración en sus planes. Sin embargo, si se han llevado a cabo ataques aislados en bases militares para protestar contra la guerra en el Medio Oriente. Sin embargo, esta sería la primera vez que se realiza un atentado contra la población civil en un evento de cobertura nacional con la finalidad de crear terror y un sentimiento de vulnerabilidad a la población.

 

Otros grupos terroristas como el IRA y Sinn Fein han utilizado a Boston como centro de operaciones y refugio. Pero estas franquicias terroristas sólo llevaban a cabo actos de recaudación más no reclutaban adeptos a su causa y cabe mencionar que el llamado era por una afinidad de descendencia y no por ideología. La gama multicultural de la ciudad y la mezcla explosiva de tolerancia y corrupción que existe en las fuerzas de policía podría ser una de las causas para facilitar el desarrollo de una célula de Al Qaeda dentro de EU.

 

Habría que recordar a Mohamed Atta, uno de los participantes en los atentados del 11 de septiembre del 2001. Él fue uno de los fundadores de la célula de Hamburgo, donde reclutó a jóvenes islámicos que ya habían vivido en el Occidente y tenían capacidad de movilizarse en la sociedad. La célula de Hamburgo, liderada por Mohamed Atta, fue la que secuestró los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines que partieron del aeropuerto de Logan de Boston. La planeación y los preparativos en Boston estuvieron a cargo de Hamza al-Ghamdi y Ahmed al-Ghamdi que llegaron tres semanas antes y se hospedaron en el Charles Hotel que se encuentra a unas cuadras de la Universidad de Harvard y Days Hotel en Soldiers Field, cerca del aeropuerto. Desde ahí ellos verificaron los vuelos y supervisaron los últimos toques de logística para llevar a cabo sus planes.

 

Las explosiones del día de ayer que causaron la muerte de dos personas y al menos 100 heridos, fueron un acto planeado. Los terroristas tomaron ventaja de que era un evento con cobertura nacional que daría un impacto mediático y que el riesgo era menor dado la laxa seguridad de la policía de Boston. El posicionamiento de los explosivos fue estratégico ya que colocaron las bombas al alcance de los tiros de cámara. En maratones y eventos públicos que se realizan en ciudades como la de Nueva York, Los Ángeles y Chicago existen hasta tres filtros para revisar bolsas y mochilas, además de hacer “barridos” con equipo de seguridad para detectar explosivos y miras telescópicas.

 

Las autoridades de Boston tendrán que hacer una investigación profunda sobre los controles que fueron burlados, mientras el FBI seguramente identificará a los responsables y tarde o temprano los llevará a juicio. Pero otra vez hemos visto como la determinación y una ideología mal llevada puede infundir terror a la sociedad. Al igual que el 11 de septiembre y el coche bomba en Oklahoma éste será un evento que incidirá en la vida diaria de la sociedad americana.