México lleva dos décadas intentando definir un modelo de evaluación docente sin que hasta el momento haya logrado su consolidación.
El primer examen de evaluación que se estableció fue el de Carrera Magisterial, en el marco del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica. El modelo para ingreso y promoción se basó en el desempeño profesional para permitir a los docentes obtener estímulos económicos e incrementar su sueldo.
Los profesores se someten a un examen de conocimientos, al mismo tiempo que asisten a cursos y clases extracurriculares para completar el puntaje requerido para ser promovidos a uno de los cinco niveles.
A este programa actualmente están incorporados 774 mil del millón 200 mil maestros de educación básica a nivel nacional, pero con la reforma de hace dos años se incorporó a este sistema de puntaje el resultado de la Prueba Enlace de los alumnos.
Hasta la fecha se desconocen los resultados de estas pruebas porque no son públicos, aunado a que dentro del magisterio se dice que los maestros se olvidan de sus alumnos porque están más preocupados por ascender de nivel, dijo Sylvia Schmelkes, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana.
El año pasado se aplicó la prueba de Evaluación Universal, conforme al Acuerdo para la Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicios de Educación Básica, firmado en mayo de 2011 entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
El acuerdo, según se dijo, tenía como objetivo “elevar la calidad educativa, favorecer la transparencia y la rendición de cuentas, y propiciar el diseño adecuado de políticas educativas”. Sin embargo, el examen no fue universal porque fue voluntario, y sólo participaron 264 mil 279 profesores del total.
Los resultados mostraron que 55 mil profesores deben regresar a las aulas para capacitarse en ciencias sociales y naturales, así como en formación cívica y ética, educación física y artes. Mientras tanto, otros 33 mil presentan problemas para la enseñanza de matemáticas y español.
“Este fue el primer intento de evaluación universal, pero los resultados de estos exámenes estandarizados dejan mal parados a los maestros”, advirtió Schmelkes.
Por ello, la investigadora resaltó la importancia de evaluar a los maestros en las aulas o a través de videos, revisar su portafolio de actividades y material didáctico, así como los cuadernos del alumno donde se vea el trabajo y la forma de calificar del maestro.
“La prueba estandarizada de papel debe ser sólo uno de los componentes de la evaluación”, expuso la también candidata a la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Así, el panorama en evaluación, previo a que el INEE se convierta en el ente evaluador a nivel nacional.
Sin embargo, hasta ahora se desconoce cuáles serán sus atribuciones, pues la nueva ley orgánica del instituto apenas está en revisión en la SEP y será presentada al Pacto por México antes de que concluya abril.