CARACAS. La crispación, la tensión y las acusaciones mutuas se han apoderado de Venezuela apenas 48 horas después de los resultados electorales del domingo, en los que ganó el líder chavista, Nicolás Maduro, por un estrecho margen sobre el opositor Henrique Capriles.
Al menos siete muertos y más de 60 heridos es el saldo de incidentes registrados en la noche del lunes que el Gobierno atribuye a la oposición y que Capriles ha rechazado imputándoselas a la Administración de Maduro, presidente electo, mientras la temperatura del país aumenta en medio de una crisis política.
Maduro atacó hoy sin contemplaciones a Capriles llamándole “cobarde asesino”, responsabilizándole de las muertes por haber llamado “a la violencia a la calle” y asegurando que el líder opositor se las verá con la justicia “más temprano que tarde”.
Por su parte, Capriles aseguró que el presidente electo quiere “meter al país en una situación de violencia” para hablar de eso y no del recuento voto a voto que reclama tras la victoria de Maduro con 272.000 votos de ventaja, según el último recuento del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La fiscal general, Luisa Ortega, informó hoy que las muertes, todas de supuestos chavistas que celebraban la proclamación ayer de Maduro, se produjeron como consecuencia de disparos de presuntos opositores en vehículos, y afirmó que hay 137 detenidos.
Además, indicó que las protestas de opositores dejaron sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) quemadas, vehículos incendiados y destrozos en establecimientos públicos y privados.
Maduro aseguró que lo que ha sucedido era “crónica de un golpe anunciado”.
“Yo puedo decir hoy hemos derrotado el golpe de Estado, pero ellos van a continuar intentando desestabilizar. Declaro derrotado el golpe de Estado con el pueblo y la Fuerza Armada”, exclamó Maduro.
Sin embargo, el presidente electo prohibió una marcha opositora frente al Consejo Nacional Electoral (CNE) convocada para mañana para demandar el recuento del 100 % de los votos de las elecciones del domingo.
“Ahora están planteándose para mañana una marcha al centro de Caracas, no se va a permitir la marcha al centro de Caracas, ustedes no van a ir al centro de Caracas, a llenar de muerte y de sangre, no la voy a permitir”, indicó Maduro.
Capriles respondió desconvocando la marcha.
“He tomado la decisión: mañana no vamos a movilizarnos y le pido a todos mis seguidores recogerse. El que salga está en el lado de la violencia está haciéndole el juego al Gobierno”, indicó el líder opositor en una conferencia de prensa cuya transmisión fue interrumpida por una cadena de radio y televisión de Maduro.
Subrayó que “esta es una lucha para que se sepa la verdad” y aseguró que iba a continuar con los reclamos desde la “protesta pacífica” porque, afirmó, “ser pacíficos no es ser más débiles”.
Capriles se mostró enfático en desvincularse de la violencia y dijo que quien no siga el camino pacífico no tiene nada que ver con su proyecto y al contrario le hace “el juego” al Gobierno.
Por el contrario, llamó a continuar con los cacerolazos todos los días y el día de la investidura como presidente de Maduro el próximo viernes.
Así, en respuesta, la oposición volvió a realizar hoy un cacerolazo para exigir al Gobierno que acepte contar el 100 % de los votos de las elecciones, a lo que el chavismo respondió tirando pirotecnia, con lo que, por segundo día seguido, los venezolanos hicieron sonar sus cacerolas en apoyo a Capriles.
No obstante, el líder opositor hizo una llamada al diálogo al Gobierno de Maduro para que se pueda resolver la crisis del país.
“Quiero decirle a los venezolanos y al Gobierno se lo digo, todos los que aquí estamos, estamos en la disposición de abrir un diálogo para que esta crisis pueda ser resuelta en las próximas horas”, señaló.
“Ya empezaron a recular hoy, a retroceder, pero por mucho que retrocedas tienes que verle la cara a la justicia más temprano que tarde, porque tú eres responsable de esto”, respondió Maduro posteriormente en un encendido ataque contra el también gobernador del Estado Miranda (centro).
Maduro reiteró sus acusaciones de “asesino” y anunció que no le reconocerá como gobernador, ante la decisión de Capriles de considerarle un presidente ilegítimo, adelantando que hará lo mismo con los otros responsables de estados del país que no acepten el resultado del domingo.
La Asamblea Nacional también fue escenario de la tensión y de una insólita decisión de su presidente, Diosdado Cabello, de no dar el derecho de palabra a los diputados que no reconociesen como presidente electo a Maduro.
“No le voy a dar el derecho de palabra, pueden meterse donde quieran, vayan a declarar en Globovision, pero aquí no”, añadió, en alusión al canal privado de línea crítica al Gobierno.
“Si quieren se paran y se largan (…) váyanse con el fascismo”, agregó.
En la sesión, los diputados opositores denunciaron además agresiones físicas por el lanzamiento físico de objetos contra ellos.
Uno de ellos impactó en el legislador William Dávila, quien requirió puntos de sutura según indicó a Efe la diputada María Corina Machado.