Casi 80% de la población en México vive en zonas urbanas, pese a que las ciudades ocupan menos de 1.5% del territorio nacional. A pesar del caos derivado de un crecimiento desordenado, las ciudades continúan funcionando en un movimiento inercial.

 

Para Santiago Antón Gracia, doctor en Urbanismo, el funcionamiento de las urbes en el país se ha dado en los últimos años por inercia: “Curiosamente las ciudades funcionan en todos sus aspectos: la gente se transporta, consigue un empleo -formal o informal- y tienen acceso a servicios, algo que resulta sui géneris; las cosas funcionan pero no bien”.

 

Pero el riesgo de colapso está latente. El especialista advierte sobre la urgencia de políticas públicas para el ordenamiento territorial y de la vivienda porque se pueden presentar situaciones que pongan en riesgo a la ciudad de un colapso social, ambiental o urbano.

 

Quien fuera subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la Sedesol durante la administración de Vicente Fox, añadió que el sentido de las ciudades en el país se ha regido por el ensanchamiento de las mismas, y es que en los dos últimos sexenios la política de vivienda se basó en una lógica financiera, que se preocupó más por la cantidad de casas construidas que por la calidad.
Esta expansión en la última década significó la construcción de cerca de nueve millones de viviendas en todo el país, lo que parecería un logro para el sector inmobiliario, sin embargo cinco millones de estas casas están abandonadas, en gran medida debido a que se ubicaron en la periferia de las ciudades, alejadas de los servicios básicos.

 

Asimismo, Antón Gracia apuntó que entre 14% y 18% de las casas en zonas metropolitanas del país están subutilizadas, es decir, en abandono, lo que refleja un gran potencial para repoblar.

 

URBES COMPACTAS

 

Durante la década de 1960, en París se desarrollaron grandes unidades habitacionales para dar vivienda a la población que llegaba a la capital francesa, sin embargo con el paso del tiempo se convirtieron en guetos, lo que devino en resentimiento social que sus habitantes manifestaron con destrozos en el centro de la ciudad.

 

Este es uno de los tantos riesgos que se corren en la Ciudad de México y otras urbes del país si no se pone un alto al crecimiento desmedido de condominios en las zonas periféricas, advirtió Antón Gracia.

 

Al respecto, Roberto Remes, consultor en transporte sustentable y especialista en urbanismo, dijo que una solución para contrarrestar el crecimiento desmedido en las urbes es redensificar el centro y zonas cercanas de las mismas.
“En lugar de continuar urbanizando las zonas rurales, se pueden ocupar espacios subutilizados y rehabilitar regiones centrales en las cuales ya se tienen los servicios, en ciudades como Monterrey o el mismo DF”, explicó.

 

Este fenómeno también atraería oportunidades de inversión en infraestructura, lo que garantizaría mejoras en los servicios básicos, como agua y energía.

OPORTUNIDAD PARA EL ORDENAMIENTO

 

De acuerdo con proyecciones de población de ONU-Habitat, en el país habrá 20 ciudades de más de un millón de habitantes para mediados del siglo, lo que significa un reto para el urbanismo y el ordenamiento territorial.

 

Para el doctor Sergio Padilla, jefe del departamento de Arquitectura y Urbanismo Internacional de la UAM, el espacio contribuye favorable o desfavorablemente en la calidad de vida de las personas, pero más allá, uno de los factores clave en el urbanismo es la organización de las metrópolis.

 

“Una ciudad organizada funciona mejor y, por ende, sus habitantes realizan mejor sus actividades de residencia, trabajo, ocio, etcétera, pero si la ciudad está desordenada, estas actividades o no se realizan o se hacen de manera conflictiva, lo que se traduce en efectos negativos para la población y la economía de un país”, dijo en entrevista a 24 HORAS.

 

Para el especialista, los detonantes de problemas habitacionales en las zonas urbanas de México han sido la gran explosión demográfica desde la década de 1950 y la falta de políticas públicas eficientes en la materia.

 

“El regresar a los centros urbanos consolidados es una nueva tendencia, un reto y una oportunidad que tiene la disciplina. Estamos en un momento de transición demográfica, en la que la población ya no crece tanto; y urbana, en el que ya el problema no es de cuantitativo en cuanto a espacio, sino de calidad”, subrayó.

 

Al respecto, Santiago Antón consideró que la creación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) representa una gran oportunidad, aunque habrá que esperar todavía para saber cómo estará instrumentada la dependencia, comentó.

 

CRECIMIENTO DESORDENADO
80% de la población en México vive en zonas urbanas

1.5% del territorio nacional es ocupado por ciudades

9 millones de viviendas se construyeron en el país en la última década

5 millones de viviendas están desocupadas

Entre 14% y 18% de las casas en zonas urbanas están subutilizadas