WASHINGTON. Un grupo de ocho senadores, cuatro de ellos demócratas y los otros cuatro republicanos, develó hoy las líneas generales de su propuesta de reforma migratoria, la más ambiciosa de su tipo desde la amnistía de 1986.
La propuesta incluye una vía para que los inmigrantes indocumentados alcancen la ciudadanía después de 13 años de permanecer en el país, luego del pago de dos mil dólares, además de haber pagado impuestos y no haber sido condenados por delitos mayores.
Las personas elegibles deben haber entrado a Estados Unidos antes el 31 de diciembre de 2011.
La iniciativa incluye tres condicionamientos al gobierno federal que deben implementarse antes de que los indocumentados puedan iniciar los trámites para adquirir la residencia permanente a través de una “green card” como primera etapa en la obtención de un estatus legal.
La iniciativa exige en ese sentido que antes de los trámites de ciudadanía operen por completo los programas de seguridad en la frontera, y se logre un porcentaje de detención del 90 por ciento.
Asimismo, establece el compromiso del Departamento de Seguridad Interna para que invierta hasta 5.5 mil millones de dólares en los próximos 10 años, para aumentar la seguridad y la construcción del muro fronterizo en la línea limítrofe con México.
La iniciativa de ley, que requiere aprobación del Senado y de la Cámara de Representantes, contempla la contratación de tres mil 500 agentes aduanales adicionales, y el despliegue de la Guardia Nacional para la construcción de barreras.
La propuesta requiere que el sistema de verificación laboral E-verify quede totalmente implementado en cinco años, para que cualquier empleador verifique el estatus legal de sus nuevos trabajadores a través de un sistema de identificación fotográfica.
Igualmente, requiere al gobierno federal la creación de un sistema electrónico en los próximos 10 años, para verificar que los extranjeros que dejan el país a través de terminales aéreas y puertos marítimos.
La legislación incluiría también un programa meritorio basado en puntos que permitirían obtener la residencia de al menos 120 mil inmigrantes que viven de manera legal en Estados Unidos. Dicho programa entraría en vigencia cinco años después de aprobada la ley.
Las personas que viven actualmente fuera del país podrían obtener la tarjeta verde acumulando puntos por sus habilidades y educación, así como por sus lazos familiares y el tiempo que han vivido en Estados Unidos.
OBAMA LA VE UN PROYECTO BALANCEADO
En tanto, el presidente Barack Obama dio la bienvenida a la propuesta presentada por el grupo bipartidista, la cual calificó como una respuesta balanceada que responde al sentido común, ante el enorme reto que presenta el tema.
Dijo que incluye conceptos fundamentales con los que él coincide aunque admitió que la iniciativa no satisface sus expectativas completamente.
“Esta iniciativa es claramente un compromiso y nadie va a tener todo lo que quiere, incluyéndome”, dijo el mandatario, aunque indicó que la misma “resulta muy consistente con los principios que he delineado de manera repetida”.
Obama dijo que la iniciativa permitirá continuar fortaleciendo la seguridad en las fronteras y demandar una mayor rendición de cuentas por parte de los empleadores, si contratan trabajadores a sabiendas que éstos no cuentan con documentos para ello.
Igualmente, ofrecerá una ruta a la ciudadanía para los 11 millones de personas que se encuentran en el país. (AP y Notimex)