WASHINGTON. El proyecto de ley de reforma migratoria que un grupo bipartidista de ocho senadores planea develar esta semana contempla otorgarle estatus legal provisional —y la opción de residencia permanente 10 años más tarde— a millones de inmigrantes sin papeles que hayan fijado su residencia en Estados Unidos antes del 31 de marzo de 2011, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones, de acuerdo con un resumen de la iniciativa.
Quienes deseen beneficiarse del programa —que empezaría hasta que la Secretaría de Seguridad Nacional certifique al Congreso que ha reforzado la seguridad en las fronteras— deberán permanecer en Estados Unidos todavía y cumplir con otros requisitos legales, agregó el texto.
El proyecto de ley, negociado desde enero a puertas cerradas, establece que solamente podrán obtener el estatus legal provisional aquellos inmigrantes sin papeles que paguen una multa de 500 dólares, impuestos atrasados y que no hayan sido hallados culpables de delitos graves, delitos simples, de delitos según leyes extranjeras, que no hayan cometido más de tres faltas menores y que no hayan votado ilegalmente.
La presentación de la iniciativa podría llevarse a acabo el próximo miércoles, se acuerdo con lo informado por una fuente allegada a las negociaciones.
El documento indica que las personas con el estatus legal provisional podrán trabajar para cualquier patrón y viajar al extranjero, pero no podrán percibir prestaciones del gobierno federal. El estatus provisional podría renovarse a los seis años al pagar otros 500 dólares.
Al cabo de 10 años con el estatus legal provisional, los beneficiarios podrán optar por la residencia permanente, siempre y cuando hayan mantenido su residencia en Estados Unidos, pagado impuestos, trabajado con regularidad en Estados Unidos, posean conocimientos de inglés y de la sociedad estadounidense, y paguen otra multa de mil dólares.
Los inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin la debida documentación cuando eran niños —conocidos como “dreamers”— y los extranjeros dedicados a labores agrícolas podrían beneficiarse de la medida sin esperar la certificación de la seguridad fronteriza, por lo que podrían obtener su residencia permanente al cabo de cinco años. Los dreamers podrían obtener la naturalización inmediatamente.
La iniciativa de ley actual estipula que los residentes permanentes deberán esperar cinco años para optar por la naturalización, o tres si están casados con ciudadanos estadounidenses.
El proyecto de ley busca también crear una visa “W” para los trabajadores de baja capacitación académica, y ofrecer 20 millones de dólares para la creación de una nueva dependencia gubernamental encargada de determinar los máximos anuales de la nueva visa y declarar cuando haya escasez de mano de obra.
La Comisión Judicial del Senado realizará audiencias sobre el proyecto de ley a partir del viernes. Numerosos grupos activistas, empresariales y religiosos se sumarán al debate en esas audiencias. Una vez que se hagan las enmiendas que se crean necesarias, el proyecto se sometería a votación en el pleno de la Comisión en mayo.