El fin de la era de Elba Esther Gordillo al frente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) fue producto de un plan para detenerla, en el que participaron varios funcionarios del gobierno y el cual se concretó el pasado 26 de febrero.
Así lo establecen Alberto Aguirre y Arturo Cano en su libro “Doña Perpetua. El poder y la opulencia de Elba Esther Gordillo”, editado por Random House, el cual que ya había sido publicado en 2008, pero que a raíz de la detención de la ex lideresa del sindicato magisterial –el más grande de América Latina- se reeditó y actualizó con datos inéditos que relatan el colapso del imperio que “La Maestra” logró construir a lo largo de más de 20 años y cuatro presidentes: dos del priista y dos panistas.
De acuerdo con fuentes consultadas por los autores, la aprehensión de Elba Esther Gordillo en el Aeropuerto de Toluca, justo cuando ella llegaba de en un vuelo privado procedente de San Diego, California –donde poseía propiedades de lujo- fue autorizada por el presidente Enrique Peña Nieto, quien abordó el tema por primera vez el 12 de febrero, “en el trayecto de Aguascalientes a la Ciudad de México”.
“Sus cercanos dicen que ella contó que atravesaron otro avión frente al suyo, que subieron a la aeronave varios encapuchados armados hasta los dientes, que la encañonaron y la quisieron tirar al piso. ´Están hablando con una maestra, que sí tiene educación, ¿qué quieren que haga?´, fue lo que dijo, mientras la sometían”, se lee en un adelanto de los capítulos actualizados publicados por el diario español El País.
Para asegurarse que “La Maestra” estaría en territorio mexicano el lunes anterior a su detención el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong le llamó para invitarla a cenar al día siguiente. El marte hizo lo propio el secretario de Hacienda Luis Videgaray, “hombre fuerte de Enrique Peña Nieto”, se lee en “Doña Perpetua”.
Videgaray le preguntó a Gordillo “dónde andaba y si tenía algún compromiso el miércoles por la mañana, pues quería invitarla a desayunar en Palacio Nacional”.
De acuerdo con lo publicado por los autores estos telefonazos “no fueron casuales”, pues “querían asegurarse de que ella estuviera en el país” y fueron también la razón por las que la ex lideresa magisterial viajó a Toluca y no a Guadalajara, donde ya la esperaban para celebrar un consejo del SNTE.
Además según el libro “Doña Perpetua”, la entrevista concedida a la conductora de Televisa Adela Micha, el 6 de febrero, sólo fue una trampa, en tanto que Elba Esther sólo “repartió culpas, hizo la lista de sus enemigos y no logró fijar una postura coherente con respecto a la reforma educativa”.