WASHINGTON. El presidente estadunidense, Barack Obama, calificó de “acto de terror” los atentados de este lunes durante el Maratón Boston, que dejaron tres personas muertas y 176 heridas, y precisó que todavía no sabe quién lo perpetró ni los motivos.

 

“La Oficina Federal de Investigaciones examina esto como un acto de terror. Lo que no sabemos es quién lo llevó a cabo, no sabemos si fue un grupo extranjero o interno o si fue la acción de un individuo”, afirmó Obama en una declaración al país desde la Casa Blanca.

 

Al mismo tiempo señaló: “Seguimos movilizando y desplegando todos los recursos policiales apropiados para la protección de nuestros ciudadanos y en la investigación y respuesta a este ataque”, y ordenó izar a media asta la bandera en la Casa Blanca.

 

El presidente dijo que “el pueblo estadunidense no se deja aterrorizar y lo que el mundo vio ayer, tras las explosiones, fueron las historias de heroísmo, de generosidad (…), los maratonistas agotados que siguieron corriendo a los hospitales para ofrecer sangre a los heridos, los que corrieron para atender a los heridos”.

 

La policía sigue peinando una gran área alrededor de la calle Boylston, lugar que el comisario de policía de Boston, Ed Davis, describió como “la mayor escena de un crimen en la historia de la ciudad”.

 

Davis se sumó al llamamiento del FBI para que las personas con fotografías, videos o testimonios de los momentos previos y posteriores a las explosiones, los cedan a la investigación.

 

Pero las respuestas sobre la autoría pueden tardar en llegar, mientras los agentes de la unidad de explosivos de la ATF o del FBI procesan la zona, con las cajas de provisiones de los deportistas o la decoración para recibir a los corredores aún ahí.

 

En el hospital Brigham de Boston, uno de los que han recibido heridos, las medidas de seguridad se han extremado y se puede ver a policías en los pasillos por donde transitan las camillas.

 

Los médicos, que trabajan en una ciudad considerada la sede de la elite médica de Estados Unidos, se las están viendo con amputaciones graves, abundantes hemorragias, quemaduras y traumatismos, algo que ha desencadenado una oleada de donaciones de sangre voluntarias.

 

Al menos 17 personas estaban en estado crítico, dijo la policía. Por lo menos ocho niños estaban siendo tratados en hospitales. Además de perder extremidades, las víctimas sufrieron fracturas, heridas con esquirlas y rupturas de tímpanos.

 

La policía de Boston y los sindicatos de bomberos de la ciudad ofrecieron una recompensa de 50 mil dólares por cualquier información que lleve a la captura del responsable o responsables de las explosiones.

 

Mientras tanto, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo que no había evidencia de que el ataque fuese parte de un plan más amplio. Pero añadió que se estaba incrementando la seguridad como precaución.

 

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, dijo que contrario a lo que han dicho los reportes iniciales, no se hallaron bombas sin estallar, agregando que los únicos explosivos fueron los que estallaron.

 

El comisionado de la policía de Boston, Edward Davis, dijo que los investigadores, además, estaban colectando una gran cantidad de videos de las cámaras de seguridad de los negocios del área, y planeaban examinarlos cuadro a cuadro.

 

En todo el país, desde Washington hasta Los Ángeles, la policía arreció las medidas de seguridad, monitoreando monumentos y otros sitios prominentes, edificios gubernamentales, instalaciones de tránsito y eventos deportivos.

 

La seguridad era especialmente intensa en Boston, con perros detectores de explosivos olfateando el equipaje de pasajeros de trenes en South Station y la policía de tránsito patrullando con fusiles.

 

El Consulado de China en Nueva York confirmó que un ciudadano de su país es la tercera víctima que falleció en las explosiones durante el maratón. Las otras dos víctimas que murieron fueron identificadas como Martin Richard, de 8 años, natural de Boston, y Krystle Campbell, de 29 años, de Medford, Massachusetts.

 

Obama, participará en una ceremonia ecuménica el jueves en Boston por las víctimas de las bombas. La ceremonia tendrá lugar a las 11:00 hora local en la catedral Holly Cross, en la zona de South End.

 

La Casa Blanca anunció que el presidente ha cancelado su visita a la universidad de Kansas prevista para el viernes, en la que tenía previsto hablar sobre educación.