PARÍS. El ex ministro francés de Presupuesto Jérôme Cahuzac, quien dimitió hace un mes antes de confesar que había tenido una cuenta no declarada en un banco suizo, anunció ayer que abandona la vida política, incluido su escaño de diputado.
“La falta moral que he cometido, de una amplitud incontestable (…), no me permite seguir siendo parlamentario”, dijo Cahuzac en la cadena de televisión BFM TV, para agregar que “sin cargo público la vida política no tiene sentido”, por lo que se consideró apartado de la misma.
Cahuzac hizo estas declaraciones en la primera entrevista televisiva que concede tras haber abandonado el Gobierno el 16 de marzo y después de haber confesado el pasado día 2 que poseía una cuenta en Suiza, hecho que había negado durante meses, pese a las informaciones periodísticas que indicaban lo contrario.
El ex ministro tenía de plazo hasta el próximo viernes para anunciar si se reincorporaba a su puesto de diputado por la circunscripción de Lot-et-Garonne (suroeste de Francia), a lo que tenía derecho tras haber abandonado el Ejecutivo.
Aunque negó saber “el grado de conocimiento” de su cuenta en Suiza por parte de otros miembros del Gobierno, Cahuzac indicó que mintió al presidente francés, François Hollande; al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y al titular de Economía, Pierre Moscovici, su superior en el Ejecutivo.
Cahuzac aseguró que no ha hablado con Hollande desde entonces, pero subrayó que le ha pedido perdón por escrito y añadió: “Le corresponde a él dármelo o no”.
Precisó que en su cuenta en Suiza había 600 mil euros y no los 15 millones que han indicado algunos medios, y recalcó que ese dinero “nunca sirvió para financiar campañas del Partido Socialista”.
En cuanto al origen del dinero, el ex ministro dijo que procede de su trabajo como asesor de laboratorios farmacéuticos y de empresas sanitarias y negó que lo obtuviera de forma ilícita, pese a que algunos medios apuntaron a un posible “conflicto de intereses”, ya que entre 1988 y 1991 trabajó como asesor del Ministerio de Asuntos Sociales, que atribuía contratos a farmacéuticas y a empresas relacionadas con el mundo de la sanidad.
Cahuzac, cuya confesión hace dos semanas despertó una gran tormenta política en Francia, indicó que tiene previsto colaborar con la justicia, a la que entregará “todos los documentos sobre las actividades ilícitas” que tuvo en el extranjero.
Explicó que negó la existencia de esa cuenta “por razones irracionales” y, “a base de negarlo”, incluso se mintió a sí mismo.
“Me he mentido a mí mismo durante muchos años”, manifestó Cahuzac, que afirmó que inicia un combate para “ser digno de la amistad de quienes me han apoyado”.