El Papa Francisco presidió hoy, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la primera ordenación de su pontificado durante la cual consagró 10 nuevos sacerdotes a quienes les pidió ser pastores y no burócratas.
Ante más de cuatro mil fieles el líder católico celebró la misa y a los presbíteros, de diversas nacionalidades pero todos formados en la diócesis de Roma, los instó a convertirse en mediadores y no en simples intermediarios.
“Tenéis siempre ante los ojos el ejemplo del buen pastor, que no ha venido para ser servido sino para servir y para intentar salvar lo que estaba perdido”, dijo durante la homilía, pronunciada en italiano.
Les llamó a dar a los demás “con alegría” lo que ellos mismos recibieron: la fe transmitida por sus madres, abuelas y catequistas.
“Recordad también que la palabra de Dios no es propiedad vuestra: es palabra de Dios, y la Iglesia es la custodia de la palabra de Dios”, indicó.
“En nombre de Cristo y de la Iglesia: por favor, no se cansen de ser misericordiosos. Con el olio santo daréis tranquilidad a los enfermos y a los ancianos. ¡No tengáis vergüenza de ternura con los ancianos!”, agregó.
Y precisó que el único objetivo de los sacerdotes debe ser agradar a Dios y no a ellos mismos.
De los 10 nuevos sacerdotes ordenados seis son italianos, dos indios, uno croata y el restantes Alberto Daniel Lopez Pantano, argentino, formado en el Pontificio Seminario Romano Mayor.
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