El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) identificó a tres grupos anarquistas que desde diciembre se infiltran en movilizaciones sociales, para provocar la confrontación con las autoridades y generar desestabilización. Dichos grupos tienen vínculos con grupos en Europa y Sudamérica.

 

Fuentes del gobierno federal revelaron también que, a partir de los actos violentos del 1 de diciembre pasado, durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como Presidente, el Cisen comenzó un rastreo de estas organizaciones, identificando a cinco, pero sólo han documentado, hasta ahora, las operaciones de tres de ellas, determinando que uno de esos grupos es muy violento y probablemente cuenta con algunas armas. Los otros dos grupos todavía mantienen un perfil bajo.

 

Los funcionarios consultados revelaron también que en los archivos del Cisen no se encontraron antecedentes precisos sobre estas organizaciones, por lo que se considera que al menos en los últimos cuatro años no se les dio el seguimiento, lo que les ha permitido fortalecerse y, probablemente, ampliar sus bases dentro de escuelas y universidades, particularmente.

 

Estas tres organizaciones, de las cuales no precisaron el nombre, han aparecido en las movilizaciones de maestros y de estudiantes, así como de la organización del  movimiento YoSoy#132. Se trata, dijo una de las fuentes, de grupos que aglutinan alrededor de 300 personas, algunos de ellos estudiantes, trabajadores y otros aparentemente sin alguna ocupación.

 

Al menos los grupos que han sido visibles hasta ahora, de acuerdo con los reportes de prensa, son la Coordinadora Estudiantil Anarquista, Bloque Negro México y Cruz Negra.

 

Las tareas de seguimiento del Cisen, de acuerdo con la información recabada por este diario, señalan que por lo menos tres personas que permanecen en la toma del edificio de Rectoría pertenecen a uno de estos grupos.

 

El banco de datos del Centro se ha nutrido con las fotografías aparecidas en televisión y medios impresos, las tomas de cámaras de la Ciudad de México y por parte de sus agentes, así como la información de blogs y redes sociales.
El Cisen lleva a cabo un seguimiento de inteligencia para determinar si reciben algún tipo de financiamiento, qué vínculos tienen y quiénes ostentan el liderazgo en cada uno de los grupos, así como las estructura con la que cuentan y las células que las conforman. Los investigadores buscan definir si han recibido algún tipo de entrenamiento y dónde operan sus bases.

 

ANARQUISTAS EN RED

 

 

La presencia de estos grupos no se limita a las movilizaciones de los últimos meses en la UACM, la UNAM, la disidencia magisterial, principalmente de Oaxaca y Guerrero; a través de Facebook, páginas de internet o blogs expresan abiertamente que el descontento en diversos puntos del país representa un terreno fértil para el movimiento anarquista.

 

La red es también un recurso logístico. La noche del lunes, la cuenta del Colectivo Autónomo Magonista en Facebook hizo un llamado para acudir a la Torre de Rectoría de la UNAM a las 10:30 de la mañana, pues esperaban grupos reaccionarios “con intenciones de romper el plantón cecehachero” y “los compas del plantón del plantón rectoría CU necesitan apoyo”.

 

El mensaje fue replicado en la página de  la Coordinadora Estudiantil Anarquista, en la “Información” de su perfil se lee: Ha trabajado en Educación y Lucha de Clases; Estudio en UACM.

 

En su blog, la Coordinadora celebra la toma de la rectoría, al mismo tiempo que manifiesta su respaldo al movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Guerrero  y a las policías comunitarias de esta entidad y Michoacán.

 

Bloque Negro, en su perfil de Facebook registra convocatorias para acudir a estas y otras movilizaciones. Se trata del mismo grupo involucrado en los disturbios y saqueos del 1 de diciembre pasado en el Centro Histórico

 

Ayer uno de los jóvenes que mantienen tomada la Rectoría confirmó a este diario que algunos de los paristas son simpatizantes de grupos anarquistas, específicamente del Colectivo Revolucionario Estudiantil Anarquista de Naucalpan.

 

Jessica García Ruiz, una de las expulsadas de ese plantel pertenece a la red de “amigos” de la Coordinadora Estudiantil Anarquista. En un discurso que pronunció hace unos meses en ese centro de estudios, y que puede reproducirse desde el perfil del colectivo, la joven plantea la necesidad de desaparecer las instituciones.

 

De igual modo, Uriel, ex alumno de la UACM y quien perdió un ojo durante el enfrentamiento con los policías federales el 1 de diciembre fue identificado como parte del grupo que mantiene tomada la Rectoría de la UNAM.

 

Los grupos en México mantienen vínculos en el extranjero. La Federación Local de Valladolid, España, da cuenta de su relación con la Federación Anarquista de México. “El poder del gobierno político, siempre de la mano del gobierno informal del narcotráfico, tienen como respuesta la repulsa generalizada del pueblo contra los poderes que, si se sabe manejar, podría ser un terreno muy fértil para el movimiento anarquista”, señala una carta publicada en el portal en julio pasado.

 

Al respecto, Juana Juárez, doctora en psicología social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, explicó que  estos grupos ingresan fácilmente en los donde hay un descontento social, como el sector educativo o el de seguridad.

 

Recordó que en las universidades hay mayor penetración por la pluralidad de ideas que existen al interior de los planteles, además de que los grupos anarquistas buscan la aceptación de la comunidad.

 

La influencia de estos grupos ya se observa en las demandas de los movimientos sociales. Por ejemplo, las policías comunitarias de Guerrero exigieron en días pasados la abolición del Congreso Local y el gobierno estatal; mientras que, hasta el sábado pasado, la demanda de los encapuchados de la UNAM era desaparecer la rectoría y el Consejo Universitario.