MADRID. La Policía dispersó hoy a los manifestantes que participaban en la protesta “Asedia el Congreso”, en los alrededores de la Cámara de Diputados en Madrid, después de que algunos de ellos lanzaran botellas y bengalas a los agentes.
Unas dos mil personas participaron en la manifestación, promovida por la plataforma ¡En Pie! y en la que la policía efectuó cinco detenciones, entre ellas la de un menor de edad.
La policía dispersó a los manifestantes cuando una decena de activistas antisistema empezó a lanzar objetos a los agentes que estaban detrás de la barrera. Los policías se pusieron el casco, los escudos y cruzaron la barrera a la carrera, logrando así separar a los manifestantes.
A continuación, varios grupos de antidisturbios avanzaron por la Plaza de Cibeles y desplazaron a todos los congregados en todas las direcciones, mientras muchos de los jóvenes les gritaban “asesinos”.
Las carreras de los manifestantes, algunos de los cuales se encararon con los agentes, se extendieron durante casi media hora.
Antes de que comenzase la carga policial en la plaza de Neptuno, cercana al Congreso de los Diputados, había congregadas unas 2.000 personas, según fuentes policiales.
Durante la jornada hubo un amplio despliegue policial por el centro de Madrid en prevención de incidentes violentos.
Un menor de edad con pasamontañas fue detenido cuando los agentes comprobaron que llevaba un petardo de unos quince centímetros, un bote con ácido y una bolsa con piedras, además de un rollo con papel de aluminio y una bandera anarquista.
Este detenido llevaba en el móvil instrucciones de “guerrilla urbana” para elaborar un cóctel molotov. La policía también detuvo a otra persona que portaba una resortera y 56 bolas de rodamiento.
La céntrica Plaza de Cibeles estuvo cortada al tráfico y la policía impidió el acceso a la calle donde se encuentra la Cámara baja.
Los manifestantes, varios de los cuales portaban banderas republicanas, coreaban consignas contra el gobierno de Mariano Rajoy, y contra la policía.
Más de una veintena de furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP), fueron desplegadas en los alrededores del Congreso, en cuyo interior la calma es absoluta, ya que no hay ningún tipo actividad parlamentaria oficial.