¿Cómo identificar la delgada línea entre la consideración o deferencia y la discriminación? Fue la pregunta que puso en jaque a Mónica Guzmán, quien debió enfrentar la exhibición a la que fue sujeta Carlos Omar Uribe Guzmán, su hijo, en un reconocido parque de diversiones de la ciudad de México.
El 4 de abril del año en curso, la familia Uribe Guzmán acudió a Sixflags. Parecía que todo saldría bien. Desde temprano, tíos, primos y hermanos se divertían; subieron a los juegos que quisieron y comieron nachos con carne. Nadie esperaba que su visita diera inicio a una lucha contra las políticas discriminatorias del parque y, lo que es mejor, un cambio en las mismas.
Omar, que no se sube a muchos juegos mecánicos, quiso volver a subirse al “Vuelo Alpino”. Los demás accedieron y se formaron en una larga fila. Cuando estaban ya sentados y con el cinturón puesto, la operadora salió de su cabina y se dirigió a Omar y Mónica para “informarles” que personas “como él” no se podían subir.
Omar es un joven de 21 años con Síndrome de Down, una condición de vida y de discapacidad intelectual, que no es algo que lo vuelva una persona discapacitada.
Lo anterior lo saben de sobra Mónica y su familia, por lo que resistieron y no se bajaron del juego. Las personas que también habrían de disfrutar la ronda del “Vuelo Alpino” estaban indignadas y gritaban que no había razón para que Omar se bajara.
Sin embargo, un guardia de seguridad del parque comenzó a presionar para que descendieran del juego. “¿Por qué viene la policía por mí? preguntaba Omar angustiado, entonces Mónica accedió. La situación ya era demasiado agresiva para su vástago.
Mónica y su hijo mayor recurrieron a una supervisora para reclamar por la situación, la respuesta que obtuvieron fue que lo hacían por el bien de él y que “se podía descontrolar”, además de que los requerimientos del juego especificaban que “no se podían subir personas con Síndrome de Down”. Pero el argumento difiere de las especificaciones que el parque proporciona a los usuarios y describe cada juego mecánico y sus restricciones, ya que nunca se menciona.
Fue hasta ese momento que la supervisora le hizo saber que antes de haber ingresado al parque debieron acudir a una evaluación para determinar los juegos a los que podía subirse Omar.
En entrevista para 24 HORAS, Mónica puso en duda el valor de dicha evaluación. “Si tuvieran que evaluar a alguien, tendrían que evaluar a todos, ¿de cuántas personas desconocen si tienen algún problema?”
Haciendo énfasis en que ella no pondría en riesgo a su hijo, Guzmán agrega “(esto lo pretenden hacer) con una persona a la que se le notan en la cara ciertas características, no creo que sea válido porque uno se sube a los juegos asumiendo el riesgo que eso implica. Creo que deberían de dejar a nosotros la decisión”.
Pese a los 21 años de Omar, fueron al área de juegos para niños pequeños poco antes de irse, pero una vez más le dijeron “él no se puede subir… por su condición”, aunque el juego sólo limitaba a personas que midieran menos de 50 centímetros de altura, a menos que un adulto la acompañe.
Mónica preguntó ¿ahora cuál es el problema? y la operadora solicitó la carta de evaluación. En ese momento la familia decidió ir a casa.
Guzmán cuenta que su hijo no asimiló la situación como un acto de discriminación y al preguntarle si volvería a ir a Sixflags, él respondió que no, porque en ese lugar lo no quieren. “Esa es la impresión con la que Omar se queda, esa es la experiencia que muchas personas se han llevado a sus casas”.
Tras lo ocurrido, comenzó a circular una imagen en Facebook que contaba la historia de Omar. El mail de Mónica se llenó de historias similares, provenientes de personas que le compartieron su experiencia. Un indicador de que no es un hecho aislado, agrega.
“No pedí ningún nombre, ni siquiera se me ocurrió en ese momento… estoy segura de que no es culpa de ellos, sólo hacen su trabajo. El problema es desde arriba” comenta respecto a los jóvenes operadores del centro de diversiones.
Posteriormente, acudió al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para interponer una queja, que se integró en el expediente CONAPRED/DGAQR290/13/DQ/II/DF/Q162.
El pasado lunes 22 de abril, la madre indignada se reunió con representantes del parque de diversiones y con el Consejo como intermediario.
El resultado fue que se acordaron “medidas administrativas de reparación y no repetición del daño hacia personas con discapacidad, el acceso irrestricto a sus instalaciones y juegos; así como la emisión de una disculpa pública al afectado y la revisión y modificación de su Guía de Seguridad y Accesibilidad de sus instalaciones”, informó Conapred.
A través de su cuenta de Facebook, Six Flags emitió un mensaje dirigido a Carlos Omar Uribe Guzmán y su familia. “Six Flags México busca ofrecer una experiencia divertida y segura para todos sus invitados. A través de este medio queremos ofrecer públicamente una disculpa a Carlos Omar Uribe Guzmán y su familia, reafirmando la invitación que les hicimos para regresar nuevamente y disfrutar un día completo en el parque como lo tenían programado. Omar y su familia serán siempre bienvenidos para disfrutar de todos los juegos mecánicos y el entretenimiento que nuestro parque ofrece”, se puede leer.
Mónica está satisfecha porque “ahora nuestros chicos tienen el derecho a elegir, logramos un cambio a favor de las personas con discapacidad”.