Cuando a mediados de la década de los 90 el fenómeno de la música electrónica comenzaba su despunte a nivel mundial, tres nombres eran los que predominaban y marcaban la pauta en cuanto a producción y creatividad.
Sí, existían los DJ y los productores como Danny Tenaglia, Carl Cox, Pete Heller o Paul Oakenfold. Sí, Moby y Norman Cook andaban en lo suyo.
No obstante, la tríada creada por Underworld, los Chemical Brothers y Daft Punk eran quienes ponían el ritmo en las pistas de baile.
Los proyectos tenían puntos coincidentes, pero cada uno tenía un origen distinto.
Rowlands y Simmons, los quemicarnales, eran estudiantes de historia. Los Underworld eran músicos multidisciplinarios.
Daft Punk es otra historia. Bangalter y De Homen-Cristo eran músicos hechos y derechos. Luego del fracaso de su primera banda, decidieron sumergirse en el anonimato y la experimentación armónica.
Homework, su primer disco, tenía éxitos de pista de baile y de coreografías colegiales como Da Funk o Around the World. Incluso sus videos, extraños de principio a fin, proponían una estética distinta, creada desde la habitación de uno de ellos a través de la inspiración musical.
El despegue definitivo de Daft Punk se dio en 2001 con Discovery. One More Time tenía todo para ser un clásico no sólo de la música bailable -que en ese inicio del siglo XXI dominaba la escena-, sino de la escena moderna rítmica.
Las vocales de Romanthony y la perfecta selección de sampleos hicieron de la canción uno de los sencillos más escuchados y a Discovery, el disco que la incluía, un necesario integrante de la fonoteca de cualquiera.
A eso se debían de sumar los videos musicales del disco, animaciones japonesas de mundos fantásticos de un dueto que, ya para entonces, había decidido ser reclusos de su imagen.
En el 99, Bangalter y De Homen-Cristo decidieron su imagen permanente: Robots de forma humanoide, Daft Punk no volvería a mostrar su cara a nadie. Entrevistas y presentaciones serían siempre tras de una máscara, un casco, un antifaz de su interface humana.
Así aparecerían en su gira Alive, tour que cambió de forma radical los conciertos electrónicos y del rock en general. Bandas como Soda Stereo o The Police contrataron a los diseñadores de la gira para intentar llegar a lo impactante del dueto francés. Fracasarían.
Ahora, en 2013, Daft Punk cambia de disquera, de diseñador de modas y de filosofía. Luego de casi 20 años de hacer música de una forma lineal dentro de la electrónica, han decidido dejar la computadora y regresar a los instrumentos. Tal y como sus inicios.
Según ellos, la música electrónica ha entrado en una zona de confort. Más bien, en una facilidad total. Lo que hace dos décadas era muy complicado de crear, la tecnología lo pone en la palma de la mano gracias a los teléfonos celulares.
Ahora, mientras ustedes leen este artículo, podrían crear música como lo hacían ellos.
Por esto había que regresar a lo básico. A tomar guitarra y bajo y componer. Sí, habría error humano en el beat y hasta similitudes con la música disco, pero seguramente Random Access Memories será uno de los discos de 2013.
Con la felicidad de una industria que, en un inicio, los vomitó de tal forma que afirmó que su música era dafty punk music.
Ironías de la vida.