La razón de la falta de clases es que los maestros de la Sección 22 del SNTE se la pasan en el Zócalo, nos cuenta Arantza:

 

Que felicidad para los niños cuando hay paros, cuando estás en la casa dices:

 

-¡Que padre no tener clases¡ Los maestros deberían hacer paros más seguido.

 

Pero qué haces cuando entras al salón y el maestro te dice:

 

-Mañana hay examen.

 

Y le preguntas al maestro:

 

-¿Cómo va a hacer un examen si no he estudiado? ¡Nada!

 

Desde ese momento empiezan los problemas para el alumno en el futuro, pues les puede complicar una materia y ésta puede ser causa de dejar la escuela y conseguir un buen trabajo.

 

Por otra parte, nosotros los alumnos, bueno al menos yo me pregunto cómo un maestro puede enseñar Formación Cívica y Ética si nosotros los vemos tirados en el suelo, durmiendo y enseñando la barriga en el zócalo cuando hay plantones.

 

¿Esto no les parece algo incoherente?

 

Dejemos a un lado el tema del paro laboral y volvamos a la parte académica, esos días, esas horas pérdidas de clases aunque no lo crean afecta demasiado a los niños, es como una carretera y cada día que no hay clases es un tope, ¡Claro! se convierte en un vibrador, a lo que me refiero es que ves los contenidos y se trabaja a cierta velocidad, pero cuando hay un paro se pierden todos esos contenidos y esa velocidad que te prepara ser profesionista se pierde.

 

Por todo lo anterior hay una descompensación académica y estos contenidos que no fueron vistos serán un hoyo negro en su preparación, desarrollo y desempeño, esto afecta de una forma muy grande al país pues no puede avanzar hacia el futuro.

 

Por eso los maestros deben reflexionar sobre su papel en nuestro futuro, ¿no les gustaría ser parte del éxito de un profesionista que alguna vez fue su alumno? ¿Qué vale más? Hacer lo que debes hacer o negarte a ser parte del progreso.

 

ARANTZAREGINA1