Aunque los encapuchados que mantuvieron tomada la Torre de Rectoría aseguraron que su presencia se limitó sólo al vestíbulo del edificio, una reconstrucción hecha por 24 HORAS mediante consultas con funcionarios y autoridades de gobierno de la UNAM indican que hubo diversos daños y saqueos en al menos seis de los 12 pisos del edificio.
Según estas versiones, en varias de las oficinas el mobiliario fue dañado: cristales rotos, computadoras tiradas y mal olor en varios pisos; además de que se registró la sustracción de dinero y documentos.
En la conferencia de prensa de este miércoles, el rector Narro expresó que de nueva cuenta la UNAM había sido afectada en su patrimonio -aunque no ofreció detalles-, tal como lo mencionó luego de la toma de la Dirección General del CCH, en febrero pasado, de donde varios documentos y equipos fueron sustraídos.
En aquella ocasión, tras la ocupación del inmueble aledaño a la Rectoría -que duró del 6 al 20 de febrero- por parte de encapuchados, los daños se cuantificaron en 3.5 millones de pesos.
Respecto a la toma de las oficinas centrales de la UNAM, la Procuraduría General de la República (PGR) espera un informe respecto de los daños para integrarlo al expediente del caso.
Ayer se informó que personal del área jurídica de la Universidad realizó una inspección en las instalaciones, pero hasta el cierre de esta edición no se habían notificado al Ministerio Público los hallazgos. Tampoco se había dado aviso de algún desistimiento de las denuncias presentadas por la UNAM.
En la Procuraduría subrayaron que la averiguación por este caso seguía en integración y no se contaba aun con elementos suficientes para identificar probables responsabilidades y solicitar órdenes ministeriales de presentación.
Oficialmente, ni la PGR ni el procurador Jesús Murillo Karam se pronunciaron oficialmente en torno a esta investigación iniciada tras la denuncia que interpuso la UNAM el pasado 19 de abril.
Sobre este punto, el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que en lo que corresponde a las acciones legales en contra de quienes secuestraron la Rectoría habrá que dejar que la UNAM haga lo que corresponde, pero advirtió que la investigación sigue su curso.