SANTIAGO DE CHILE. Las primeras pruebas practicadas a los restos del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda concluyen que el poeta chileno efectivamente padecía de un cáncer de próstata avanzado y metastásico, confirmaron fuentes del proceso.
El informe de los exámenes radiológicos e histológicos realizados a los restos del escritor por el Servicio Médico Legal de Chile fue entregado hoy al juez Mario Carroza, quien instruye la causa para determinar el verdadero motivo de la muerte de Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.
A raíz de una querella presentada por el Partido Comunista de Chile para esclarecer estos hechos, los restos del poeta (1904-1973) fueron exhumados el pasado 8 de abril de la tumba en que yacían desde 1992 junto a los de Matilde Urrutia, su tercera esposa, ambas situadas frente al mar de Isla Negra, en el litoral central de Chile.
Una línea de investigación en esta causa apunta a que Neruda falleció debido a una metástasis por el cáncer de próstata, pero una segunda señala que la muerte fue ocasionada por la intervención de terceros cuando estaba hospitalizado en la Clínica Santa María de Santiago, días después del golpe militar de 1973.
“Más allá de que se haya establecido que Neruda tenía un cáncer de próstata, aquí lo central es determinar si él fue realmente asesinado por medio de una inyección letal mientras permanecía internado en la Clínica Santa María”, declaró hoy Eduardo Contreras, abogado querellante en esta causa.
Como parte de las pruebas que tras la exhumación realiza un equipo multidisciplinario de peritos chilenos y extranjeros, un laboratorio de Estados Unidos analizará en próximos días parte de la osamenta para determinar si el poeta, que era un activo militante del Partido Comunista, murió por envenenamiento.
La sospecha de que mientras estaba hospitalizado Neruda fue intoxicado por agentes de la dictadura del general Augusto Pinochet la reveló en 2011 el exchofer del vate, Manuel Araya, quien hace un mes reiteró que el poeta “fue asesinado y no murió de cáncer”.
Según el abogado querellante Eduardo Contreras son tantas las contradicciones que existen en el proceso acerca de lo que sucedió en la clínica Santa María que hacen albergar una legítima duda respecto a que murió de cáncer.
Pablo Neruda ingresó a ese recinto hospitalario el 19 de septiembre de 1973 y falleció el domingo 23 de ese mes. Sus más cercanos que estuvieron junto a él en aquellos días en la clínica, coincidieron en que el poeta estaba visiblemente afectado por los acontecimientos producidos después de la asonada militar del 11 de septiembre.
Sin embargo, tanto su exchofer como su esposa Matilde Urrutia, siempre sostuvieron que Neruda pretendía abandonar la clínica el día 24 para viajar a México, país que le había otorgado asilo político.
La ficha clínica de Neruda permanece hasta hoy desaparecida. De acuerdo a los querellantes, la clínica Santa María se negó a entregar la lista de todo el personal que prestaba servicios en 1973.