En el marco de su cuarta visita a México, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama admitió que Estados Unidos tiene parte de responsabilidad en la violencia que enfrenta nuestra nación, a causa de la demanda de drogas ilegales en su nación y el tráfico de armas hacia territorio mexicano.
Aunque “no creo que la legalización de la drogas sea la respuesta, sí lo es un enfoque integral, como la aplicación de la ley y (el impulso a la) educación”, precisó el mandatario ayer en el Museo Nacional de Antropología, quien también reconoció que la mayoría de las armas que se usan en actos violentos en México proviene de Estados Unidos.
Aunque recordó que la constitución de su país garantiza el derecho individual de portar armas, lo cual “voy a respetar”, subrayó que “seguiré haciendo todo lo que está en mi poder para promulgar reformas de sentido común”.
El objetivo es evitar que ese armamento quede en manos de gente peligrosa, y más bien que puedan salvar vidas aquí en México, “eso es lo correcto”, agregó el presidente número 44 de la Unión Americana.
Promete reforma migratoria para este año
En el tema de la reforma migratoria, aseguró que su gobierno trabaja para que este año sea promulgada.
En su discurso admitió además que la Unión Americana tiene parte de responsabilidad en la violencia que enfrenta nuestro país, a causa de la gran demanda de drogas ilegales en su nación y el tráfico de armas hacia nuestro país.
En un encuentro celebrado lamentó que no exista una ley que reconozca y proteja a los inmigrantes, pese a las “extraordinarias aportaciones” que han hecho mexicanos y estadunidenses de ancestría mexicana en la fundación y el desarrollo de Estados Unidos.
De ahí la importancia de ofrecer una ciudadanía a los inmigrantes; “después de años de intentarlo, este año lo lograremos, estoy absolutamente convencido de ello”, confió ante jóvenes de universidades públicas y privadas, así como de líderes de la sociedad.
En ese rubro enfatizó la importancia de que haya una legislación que le exija cuentas a todos, para que los inmigrantes estén del lado correcto de la ley y que no sufran abusos.
“Nosotros somos una nación de leyes, pero también somos una nación de inmigrantes; tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestras leyes se respeten, pero sabemos que como nación de inmigrantes el sistema no refleja en estos momentos nuestros valores”, pues separa a familias y ha llevado a millones de personas a vivir en las sombras.
Con el fin de reparar esa situación y lograr esta ley, “vamos a tener que trabajar con el gobierno mexicano para cerciorarnos de tener una frontera regulada, y también porque creo que la solución de largo plazo en el desafío de la inmigración ilegal es un México en crecimiento y próspero, que genere oportunidad para los jóvenes aquí”.
“México se sacrifica por seguridad”
En cuanto a las acciones en México, destacó los sacrificios valientes que hacen muchos mexicanos en todo el país para que haya seguridad; en los campos y barrios hay personas que siguen batallando por dar mejor una mejor vida a sus hijos.
“Un nuevo México está emergiendo, lo veo en la profundización de la democracia mexicana, en los ciudadanos que se están alzando y dicen que la violencia y la impunidad no son aceptables, en una prensa valiente que está trabajando para exigirle cuentas a sus líderes”, dijo.
En una sociedad civil robusta, incluyendo valientes defensores de derechos humanos que exigen dignidad y respeto al Estado de derecho; en partidos políticos que compiten vigorosamente y que transfieren el poder de forma pacífica, forjando acuerdos, añadió.
“Todo es señal del gran progreso que ha habido en México. Sabemos que el trabajo de la perfección de la democracia nunca termina”, abundó Obama ante la presencia de líderes partidistas de México.
El mandatario estadunidense de 51 años emitió un mensaje de 26 minutos durante los cuales fue interrumpido al menos 20 veces por los aplausos de los asistentes. (Notimex)