El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, encabezó la ceremonia en memoria de los seis servidores públicos de la institución que perdieron la vida el 30 de abril pasado, tras desplomarse la aeronave en que viajaban.

 

Ante familiares de las víctimas, Murillo Karam dijo que eran funcionarios ejemplares que buscaban restablecer la paz y la seguridad en beneficio de la sociedad y se solidarizó con los deudos, a quienes dirigió un mensaje de condolencias.

 

“Perdimos a compañeros ejemplares que atendían y trabajaban para eliminar la violencia en México; no hay nada que pueda reparar su pérdida y nos solidarizamos con su dolor”, expresó el funcionario.

 

Subrayó que los seis trabajadores que murieron el martes pasado “son personas de las que requiere el país y la herencia que dejaron es que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber”.

 

En el edificio sede de la Policía Federal, donde se encontraban los féretros, se rindieron honores a la bandera, se efectuó el pase de lista y se leyó una breve semblanza de los fallecidos.

 

Entre quienes perdieron la vida se encuentra Antonio Andrés Álvarez Mota, quien se desempeñaba como agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Unidad Especializada en Investigaciones de Delitos contra la Salud de la Subprocuraduría Especializada en Investigación en contra de la Delincuencia Organizada (Seido).

 

También fallecieron los agentes de la Policía Federal Ministerial Ricardo Martín Flores Benítez y Francisco Leonardo Niño Acevedo; Guillermo Flores Millán y Juan Manuel García Bernal, piloto y copiloto de la aeronave, respectivamente, y el mecánico en aeronáutica Miguel Ángel Guerrero Coliev.

 

Al término de la ceremonia se efectuó el toque de silencio y el titular de la Procuraduría General de la República (PGR) entregó la bandera de México a los familiares de las víctimas.

 

El percance ocurrió en la comunidad Noria de Gringos, en el municipio de Morelos, a pocos kilómetros del Aeropuerto Internacional General Leobardo C. Ruiz, ubicado en el municipio de Calera, cuando el avión KINGAIR 300, matrícula XCLMV, propiedad de la PGR, se desplomó a los 10 minutos de haber despegado con dirección a la ciudad de México.