El gobierno de Panamá anunció hoy la suspensión de clases en colegios y universidades del sector público y privado, con el fin de reducir el consumo de electricidad ante la falta de lluvias, y para evitar un racionamiento del servicio.

 

La medida fue anunciada por el ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez, en rueda de prensa conjunta en el Palacio de Las Garzas, con la ministra de Educación, Lucy Molinar, y representantes del sector privado.

 

La medida se añade al recorte del horario laboral de los empleados públicos vigente desde el lunes y por tiempo indefinido, en tanto llega la temporada de lluvias, cuya falta redujo al mínimo los embalses de las hidroeléctricas.

 

Las clases serán suspendidas en los colegios públicos y privados, desde primaria a universidad, el miércoles, jueves y viernes, mientras el domingo será evaluada la situación para determinar si se reanudan las labores la próxima semana.

 

El gobierno también llamó al sector privado y público apagar los sistemas de aire acondicionado por al menos cinco horas, con el fin de ahorrar energía.

 

“Si hacemos esto con seguridad estaremos evitando recortes” de electricidad, indicó Henríquez, pero advirtió que si se mantiene la sequía, el país podría entrar a un periodo de racionamientos.

 

El lunes el ahorro fue de un 4.0 por ciento, sin llegar al 7.0 por ciento esperado, admitió el Secretario de Energía, Vicente Prescott.

 

La situación se agravó debido a que el lunes salieron del sistema eléctrico dos termoeléctricas de 80 y 100 megavatios, lo cual exigió más a las hidroeléctricas el uso de agua pero ya están llegando a niveles mínimos.

 

Panamá registra un retraso de 27 días en el inicio de la temporada de lluvias, informó el director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), Arturo Alvarado.

 

El funcionario señaló que la llamada Zona de Convergencia, que genera la época de lluvias en Panamá, entre abril y diciembre, se observa débil, con precipitaciones aisladas.

 

Con base en estudios meteorológicos, las autoridades prevén que las lluvias empiecen a consolidarse en unos cinco o 10 días por lo cual exhortaron a la población a mantener medidas de ahorro para impedir el racionamiento del servicio.

 

La falta de lluvias también ha generado una intensa sequía en provincias centrales, donde han muerto unas 200 reses.