Encierrro, torturas y abortos, han salido a la luz después de que el pasado lunes Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight fueran rescatadas de una casa en la que permanecieron secuestradas por diez años en la ciudad de Cleveland, en Estados Unidos.
La policía cree que las tres mujeres permanecieron amarradas mientras estuvieron encerradas en el sótano del domicilio de Ariel Castro y dos de sus hermanos, hasta ahora señalados como los responsables del plagio, dijo el jefe de policía de Cleveland Michael McGrath a “Today” de NBC este miércoles.
“Tenemos la confirmación de que estaban atadas, y que había cadenas y sogas en el hogar”, dijo McGrath, quien agregó que los investigadores entrevistaron a las mujeres el martes y continuarán entrevistándolas este miércoles.
Según el canal de televisión local WKYC-TV de Cleveland, que citó fuentes policiales, habría habido múltiples embarazos y abortos de Berry, DeJesus y Knight. En algunos medios se habla de hasta cinco embarazos.
Por el momento, se desconoce qué pasó con los niños que nacieron allí, y no está claro si la niña de seis años de edad, hija de Amanda Berry, que fue encontrada con vida este lunes está entre el número citado por las fuentes policiales, y a la que los vecinos vieron varias veces con Ariel Castro paseando por el barrio.
Este miércoles también se dio a conocer que la policía registra la casa de Ariel Castro, con la ayuda de un perro especializado en la búsqueda de cadáveres, según indicó a la cadena CNN una portavoz del FBI, Vicki Anderson. Los investigadores han revisado el patio trasero de la casa, donde se ha observado tierra removida.
Policía recibe críticas por su actuación
En tanto, la policía de Cleveland se enfrenta a duras críticas por no haber atendido las sospechas de los vecinos sobre lo que ocurría en la casa donde fueron encontradas las tres mujeres desaparecidas durante una década.
Nina Samoylicz, una vecina de los Castro, declaró a CNN que hace unos dos años llamó a la policía para informarles que había visto a una mujer desnuda gateando por el patio trasero de la casa antes de que un hombre la obligara de nuevo a entrar en la vivienda.
Según Samoylicz, la policía pensó que estaba bromeando y no contestó la llamada.
Israel Lugo, otro vecino, aseguró que informó en noviembre de 2011 de ruidos en las puertas de la modesta casa de madera de la avenida Seymour y apuntó que bolsas negras cubrían las ventanas.
La policía llamó a la puerta y ante la ausencia de respuesta, examinó el lateral de la casa y abandonó sin extender las pesquisas, según Lugo.
En una rueda de prensa ayer, las autoridades indicaron que no recibieron pistas desde el vecindario sobre los secuestros en los últimos 11 años y que tienen registros de solo dos incidentes relacionados con la casa; uno en 2000 y otro en enero 2004, cuando ya dos de las tres chicas estaban desaparecidas.
En ese último caso, producto de una queja contra Ariel Castro cuando era conductor de autobús escolar, los agentes llegaron a llamar a la puerta pero nadie respondió y no insistieron.
Por si fuera poco, la policía de Cleveland dijo hoy que investiga cómo se gestionó la llamada de auxilio de Amanda Berry, la desaparecida que alertó a los vecino, tras las críticas de los vecinos.
En la llamada al 911 de la policía, Amanda se identifica claramente como una persona desaparecida hace 10 años. Tras verificar su paradero, la persona al otro lado de la línea le dice que “enviaremos algo en cuando haya una patrulla disponible”.
Una desesperada Berry le pide entre lágrimas que necesita a la policía con urgencia, ya que teme que Castro regrese a la casa.
En un comunicado, el alcalde de Cleveland, Frank G. Jackson, explicó que la asistente actuó como esta previsto y una patrulla se personó en pocos minutos, aunque prometió cambios si se considera necesario.
El comisario de seguridad pública de Cleveland, Martin Flask, lamentó por su parte que “la persona que atendió la llamada no se mantuvo al teléfono con Berry hasta la llegada de la policía”.