Al igual que ocurre con la mafia italiana, las organizaciones criminales en México usan la religión como “señuelo” para atraer a los jóvenes, señalaron representantes de la Iglesia católica.
Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano, señaló que las organizaciones criminales engañan a los adolescentes con el uso de símbolos que no son religiosos, e incluso blasfemos.
Comparó esto con la mafia italiana, como la Camorra o la Cosa Nostra, que utiliza capillas, vírgenes y al Padre Pío para atraer a las nuevas generaciones, bajo el argumento de una religiosidad.
El narcotráfico, la mafia y el crimen organizado no tienen religión aunque aparenten lo contrario, advirtió en conferencia de prensa previa a la presentación del documento “Educar para una nueva sociedad”, realizada este martes en el Museo Soumaya del Distrito Federal.
Días antes de su visita a México, el representante del Vaticano, en declaraciones a una agencia internacional de noticias, advirtió sobre el falso catolicismo de los narcotraficantes en México.
“Es convertir la religión en una farsa. No se trata de una fe auténtica. Además hay que recalcar que el tráfico de droga es una actividad inmoral, contraria a la religión, por su misma naturaleza. Se trata de una manera de negar a Dios y al cristianismo. El narcotraficante está automáticamente fuera de la Iglesia y es por ello que recurre a formas alternativas de religiosidad, de idolatría, que son degeneraciones de la religión”.
Al respecto, Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, subrayó que es gravísimo que se utilice cierto adoctrinamiento religioso para involucrar a los jóvenes en el crimen y reiteró que la religión es utilizada como un señuelo.
“Es una perversión, es algo diabólico que se utilicen símbolos religiosos para llevar a la gente a matar, a robar, a destruir la vida de los demás y al final, al fracaso de su propia existencia”, sostuvo el arzobispo.
El obispo de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, coincidió con otros especialistas en crimen organizado, quienes han señalado que el narcotráfico utiliza las imágenes religiosas para expiar sus culpas y “lavan” las ganancias que tienen con diezmos generosos a las iglesias locales.
Según el sacerdote, la Santa Muerte es una de las principales deidades que adoran los criminales, aunque ninguna religión en el mundo adora a la muerte.
De acuerdo con reportes de prensa, en México en ciertos grupos dedicados a actividades ilícitas prevalece el culto por San Judas Tadeo, aunque también están San Malverde, y otras prácticas como la santería, el vudú y el palo mayombe.
Para atraer a los jóvenes, el crimen organizado utiliza retiros espirituales, convivencias o jornadas de vida cristiana, coros juveniles o actividades deportivas, explicó Felipe Arizmendi, obispo de Chiapas, quien además reconoció que los sacerdotes olvidaron a este grupo poblacional.
Por ello y la seudo-religiosidad, la Iglesia católica no es amiga del crimen organizado, subrayó el obispo.
Esto ha derivado en amenazas y extorsiones. Suárez Inda afirmó que reciben amenazas como cualquier otro mexicano, pero Lira Rugarcía explicó que hasta el momento han detectado que delincuentes de centros de readaptación hacen llamadas para intimidar a sacerdotes.
Desaira SEP al Episcopado
Aunque se había anunciado su presencia, al final el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, no acudió a la presentación del documento “Educar para una nueva sociedad” de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Representantes del CEM excusaron a Chuayffet al señalar que la SEP mandó una carta disculpándose por no poder ir a causa de la apretada agenda del funcionario. En la misiva, según explicó el Episcopado, la SEP aclaró que no fue enviado un representante porque el secretario entendió que era un evento de funcionarios de primer nivel.
El resto de los participantes coincidió en que el documento era el claro ejemplo de la emergencia que vive la educación en México y elogiaron la propuesta de sinergia entre padres de familia, alumnos, escuela, Estado, Iglesia, empresarios y medios de comunicación.
El presidente de la Comisión de Educación del Senado, Juan Carlos Romero Hicks, pidió que la sociedad se haga responsable de la formación de los niños, mientras que el especialista en educación Ricardo Raphael resaltó la crisis de moral que se vive en la escuela y que debe ser atendida de inmediato.
Eugenio Lira Rugarcía, obispo de Puebla, aseguró que el documento es un análisis que se pone en la mesa para su análisis, pero aseguró que de ninguna manera se viola el Estado laico mexicano, pues este es democrático e incluyente por lo que tiene que escuchar a todas las voces.