Star Trek, o de cómo Star Wars ha quedado en buenas manos

 

El pantano que supondría la realización de la secuela a una cinta tan sorpresivamente exitosa como lo fue Star Trek (2009), es superado con creces por el director de ambas, J.J. Abrams, quien con este nuevo filme, Star Trek Into Darkness, confirma que su plumaje es de un cineasta en pleno ejercicio de su arte.

 

El alumno más avanzado de Steven Spielberg se gradúa en los modos y formas del mejor cine de acción veraniego, entregando un blockbuster divertido y emocionante pero que en ningún momento ofende la inteligencia del espectador. Star Trek Into Darkness no sólo es un ejemplo de cómo hacer una secuela, sino además sobre cómo hacer una buena película de verano.

 

Copiando el estilo de las cintas de James BondeIndiana Jones, la película comienza con una secuencia de acción donde Kirk (Chris Pine) y Spock (Zachary Quinto) intentan rescatar un planeta a punto de estallar a causa de la violenta erupción en uno de sus volcanes. Apenas han pasado 10 minutos y J. J. Abrams nos tiene ya comiendo de su mano gracias a este prólogo lleno de efectos especiales, acción y aventura.

 

Con el público en el bolsillo, la cinta avanza rápidamente hacia su trama principal: una explosión en el centro de Londres da comienzo a una cacería humana en búsqueda de John Harrison (Benedict Cumberbatch), el terrorista culpable de aquel crimen y que guarda dentro de sí el secreto de su origen y el de sus motivos para cometer tal barbarie.

 

A partir de ahí, el director jamás perderá el control de su cinta y nos llevará durante 131 minutos por una emocionante historia que nos recuerda a los viejos seriales de aventuras que inspiraran películas como Star Wars, la saga Indiana Jones o el propio Star Trek. Con precisión de cirujano, Abrams sabe qué botones apretar y cuándo accionarlos para crear reacciones de emoción y asombro en su audiencia.

 

Así, todos los ingredientes que hacen de un blockbuster una experiencia gozosa están aquí: una trama simple pero no simplona, rapport cómico entre los personajes (aquel bromance entre Kirk y Spock), un villano con presencia, escenas de acción bien filmadas y mejor montadas, efectos especiales que apoyan la historia (y no se vuelven la historia), un ritmo trepidante y un elenco donde todos los personajes resultan entrañables. Todo esto sin perder la mística que esta saga, creada originalmente para la televisión en los años 60, detenta: el respeto a las diferentes razas, el trabajo en equipo, la búsqueda de la paz y el progreso.

 

Pero tal vez el mayor acierto de Abrams y su equipo de guionistas (Alex Kurtzman, Damon Lindelof y el mexicano Roberto Orci) es no hacer de esto un evento exclusivo donde sólo una cofradía de nerds y demás iniciados puedan disfrutar. Esta cinta va dirigida tanto para los fans de antaño como para aquellos que simplemente quieran ver una excelente cinta de acción y aventuras.

 

Los fans de Star Wars podemos respirar tranquilos, todo indica que la saga de George Lucas ha quedado en buenas manos.

 

Star Trek Into Darkness (Dir. J.J. Abrams)

 

4 de 5 estrellas.

Con: Chris Pine, Zachary Quinto, Benedict Cumberbatch, entre otros.