El sistema de evaluación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), a iniciarse en tres años, deberá examinar también a las autoridades educativas, no sólo a los maestros y alumnos.

 

En conferencia de prensa, Sylvia Schmelkes, presidenta de la nueva Junta de Gobierno del Instituto, explicó que la valoración del trabajo de los maestros debe considerar el contexto y las condiciones en las que enseñan.

 

“La evaluación docente también implica una evaluación a las autoridades educativas de si están poniendo o no las condiciones que necesitan (los maestros) para poder operar (…) No es casualidad que el descontento ocurra en los estados más pobres del país donde estas condiciones no están dadas”, afirmó.

 

Para la Junta de Gobierno del INEE hay otros aspectos que también deben diagnosticarse, como la aplicación de políticas públicas, para verificar si funcionan o deben modificarse.

 

Sobre las protestas en contra de la evaluación en Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán, Gilberto Guevara Niebla, integrante de la junta, subrayó que los maestros pueden estar tranquilos.

 

“El mensaje para los maestros descontentos debe ser: no hay por qué preocuparse por la evaluación. La evaluación no es un tribunal que va a juzgar a los profesores o una guillotina que va a cortar cabezas. Al contrario, es un instrumento que se va a utilizar para apoyar a los profesores, para impulsarlos, para mejorar su desempeño”, reiteró.

 

Schemlkes planteó que además de la prueba escrita estandarizada se revisen videos o visiten las aulas para observar el trabajo In situ, además de aplicar encuestas, cuestionarios a los alumnos y evaluar la actitud de los maestros.

 

Sin embargo, esto requiere recursos, personal y tiempo, por lo que Schmelkes prevé un sistema de evaluación cada cuatro años, a fin de acudir a todas las escuelas del país, y aprovechar el sistema descentralizado de educación para que los estados coadyuven en las revisiones.

 

Eduardo Backhoff, otro de los integrantes de la junta, aseguró que el INEE podría tener una batería de evaluaciones en tres años, que es el mismo tiempo que le toma a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establecer sus sistemas de evaluación. No obstante, tendrán que mejorarse continuamente, dijo.