Los brotes de influenza aviar registrados en los últimos meses en México no son de alto riesgo para los humanos; sin embargo, hay dos cepas patógenas presentes en varias naciones, la H5N1 que surgió en Asia en 2003 y, más reciente, la H7N9 en China, que han causado muertes humanas y pueden llegar al país.

 

Ante este panorama, José Tapia Ramírez, investigador adscrito al Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), se refirió a la importancia de tomar medidas precautorias.

 

“Es necesario contar con un programa que permita hacer frente a un problema de esta magnitud, por lo cual se ha creado un Plan Nacional de Contingencia”, dio a conocer en un comunicado.

 

El plan, dijo, contempla entre otras cosas, el fortalecimiento de los sistemas de salud, la creación de nuevos laboratorios para el diagnóstico e investigación y el desarrollo de infraestructura para producir una vacuna a nivel nacional.

 

De hecho, comentó, Birmex trabaja en colaboración con un laboratorio farmacéutico líder mundial en vacunas, para contar a tiempo y en cantidades necesarias con una vacuna ante un eventual ingreso al país de un virus pandémico.

 

De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2003 se han reportado más de 600 casos de H5N1 en humanos de 15 países de Asia, África y Europa con una tasa de mortandad de 60%.

 

Tapia Ramírez explicó que cuando se incrementa la mortandad en las granjas es necesario emitir una alerta, ya que habla de un virus nuevo o una falla en los sistemas de vacunación. Ante estas posibilidades es necesaria la tipificación del virus y, en su caso, contener el brote.

 

La tipificación del virus, detalló, es importante para tomar las medidas apropiadas para evitar que el brote se salga de control y afecte a millones de aves más adelante, o contagie a humanos.

 

Consideró que lo sucedido en China con el H7N9 indica que el virus se adaptó rápido al huésped, pero no se ha propagado de humano a humano pues, de ser así, representaría la posibilidad de contagios masivos que dieran pie a una pandemia de dimensiones catastróficas.

 

Agregó que existen tres géneros de virus de influenza: A, que afecta a aves y puede infectar también a humanos; B, que infecta casi sólo a humanos; y C, poco frecuente, también infecta a humanos, perros y cerdos.