AMECAMECA, Edomex. El semáforo de alerta volcánica en Amarillo Fase 3 no parece afectar más que la lluvia la cotidianidad en Amecameca, el municipio mexiquense más próximo al Popocatépetl, que desde la tarde del lunes se ocultó para los pobladores detrás de una densa nubosidad.

 

La alerta existe y los habitantes del municipio están habituados a ello. Un mesero en un restaurante describe con claridad la ruta de evacuación: la carretera Amecameca- Chalco tendría un solo sentido para facilitar el  desalojo en caso de ser necesario, pero “no pasa nada”.

 

El hombre junta sus dedos índices y pulgares para simular la circunferencia del cráter del volcán, y con absoluta seguridad inclina la figura que hace con las manos: hay una inclinación en la boca del cráter, por lo que en caso de erupción el material que arroje el Popo iría a parar del lado de Puebla. “En todo caso, de este lado tendríamos ceniza, sólo eso”, dice.

 

En el municipio de 48 mil habitantes no hay personal militar. La mayor presencia del personal a cargo del Plan Popocatépetl está a unos kilómetros de la cabecera municipal, en el poblado de San Pedro Nexapa, donde elementos del Ejército y de Protección Civil evalúan las medidas a tomar en caso de un incremento en la actividad del Popocatépetl.

 

A una media hora de Amecameca, y a unos tres mil 500 metros de altura, en el Paso de Cortés, personal adscrito a la Semarnat coincide con las versiones anteriores: la parte del Estado de México no está dentro de la zona de mayor riesgo.

 

Desde este punto, ubicado justo entre el Popocatépetl y el Iztaccíhualt, y a donde acuden de manera regular los aficionados al montañismo, el personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales  Protegidas -adscrita a la Semarnat- justifica su falta de preocupación con el mismo argumento: “La posición más baja del cráter del volcán da hacia Puebla”.

 

En caso de evacuación la indicación es dirigirse hacia la estación de Altzomoni, un punto estratégico ubicado en una zona todavía más elevada, desde donde personal del Cenapred y también una cámara de una televisora privada monitorean las 24 horas la actividad del volcán.

 

Un camino de terracería de unos 10 kilómetros separa este puerto montañoso de Santiago Xalintzintla, ya en el estado de Puebla y uno de los poblados más cercanos a las faldas del Popo,  a tan sólo ocho o nueve kilómetros, refiere un elemento del Ejército Mexicano.

 

Sin poder precisar la cifra de efectivos presentes en la zona, el “comandante”, como lo llaman sus compañeros, explica que un nivel mayor de actividad del volcán obligaría al desalojo de cuatro mil o seis mil habitantes, aunque, dice, muchos se negarían a hacerlo.

 

En caso de “alarma”, refiriéndose al semáforo en color rojo, el punto de reunión es la plaza central de Xalintzintla, ya todos los saben porque se han hecho  simulacros previos. De ahí la población sería llevada a los albergues temporales y para ello ya están listas dos unidades, pero llegarían más de Puebla se apresura a aclarar.

 

En caso de “alarma”, el tiempo es vital. Según el “comandante”, el tiempo estimado de desalojo de esta población es de 40 o 45 minutos como máximo.