Los responsables de la prisión de Guantánamo, en Cuba, declararon este martes cuatro “alertas amarillas” o estados de emergencia médica temporales, una de ellas tras hallar un preso aparentemente inconsciente en la prisión, donde 30 de los 100 reos en huelga de hambre son alimentados a la fuerza.
Según informó hoy el portavoz de la prisión, el capitán Robert Durand, el preso fue hallado en esas condiciones por los guardias durante una gira de varios medios de comunicación por la prisión, por lo que decidieron declarar la alerta.
“Nadie resultó herido”, dijo Durand, citado por el diario Miami Herald, quien precisó que hubo cuatro alertas amarillas en total el martes y “no ocurrió nada serio” en ninguna de ellas, aunque reconoció que fueron “una consecuencia de la huelga de hambre”.
El Pentágono actualizó hoy las cifras oficiales de presos en huelga de hambre y las mantuvo en cien reos, la misma cifra que ofreció el pasado 27 de abril.
No obstante, el número de esos presos alimentados a través de vías ha ascendido de 20 a 30, un récord que no se alcanzaba desde 2005, según informó un portavoz de la base naval estadounidense, Samuel House.
Tres de los reos están siendo tratados en el hospital, aunque ninguno de ellos “presenta actualmente condiciones que amenacen su vida”, aseguró House.
Esos presos en huelga de hambre están “letárgicos y sin energía”, según Durand, que indicó que algunos prisioneros parecen desmayarse más cuando hay reporteros de visita.
No obstante, aseguró que no está claro si el desmayo que provocó la alerta amarilla el martes fue “una coincidencia, oportunista o legítima”.
Desde el inicio de la huelga en febrero, el Pentágono ha aumentado a 140 su personal médico y de seguridad en la prisión, que ha registrado numerosas huelgas de hambre desde su apertura en 2002.
La más conocida es la que se produjo en 2005, cuando 142 de los 575 reclusos que había entonces secundaron la huelga, lo que llevó a las autoridades a alimentar por la fuerza a 30 de ellos, la misma cantidad que actualmente.
Según informó hoy la cadena CNN, cada uno de los 166 detenidos en la prisión cuesta al Gobierno estadounidense 900.000 dólares al año, en parte debido a la falta de relaciones diplomáticas con Cuba, que obliga a enviar por avión cualquier suministro para la prisión.
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