Nuevos documentos aportados por Pemex a la Corte de Nueva York en su demanda contra Siemens de Alemania y SK Engineering de Corea del Sur, revelan la participación directa de César Nava, cuando fue consejero general de la paraestatal en el gobierno de Vicente Fox, como facilitador de una “operación criminal” en la que se embarcaron las empresas multinacionales con la ayuda de ex funcionarios de Pemex y un senador mexicano a quienes les pagaron 2.6 millones de dólares en sobornos a través del consultor externo de los alemanes, Jaime Camil.
El legajo de 27 páginas en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, donde Pemex lleva a cabo el juicio contra las empresas, expone cómo incurrieron en actividades que entran en la clasificación de delincuencia organizada, durante la modernización de la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, en 2002. Siemens y SK Engineering, de acuerdo con el documento, del cual tiene una copia 24 HORAS, instrumentaron un esquema fraudulento con el apoyo de “co-conspiradores”, entre quienes mencionan directamente a Nava y a un senador no identificado.
Nava fue secretario particular del presidente Felipe Calderón en el arranque de su gobierno, de donde pasó a ser el líder nacional del partido y más adelante diputado. La acusación en su contra, que emergió como resultado de nuevas declaraciones de funcionarios de Siemens ante la PGR este año, desató un escándalo político por la prominencia de Nava.
Respecto a las acusaciones que pesan contra César Nava Vázquez el presidente del PAN, Gustavo Madero, aseveró que la información revelada sobre este caso es parte de una campaña en el marco de las próximas elecciones estatales del 7 de julio y señaló a dos medios de comunicación: el periódico Reforma y la televisora Televisa.
Durante una conferencia de prensa para presentar su propuesta de reforma electoral, el dirigente partidista señaló que no coinciden las fechas de los señalamientos publicados y calificó tales anomalías como “cosas extrañas”.
“(Nava) no era funcionario de la paraestatal; no hay consistencias en las fechas”, indicó.
Madero dijo que el reporte publicado este martes es “una filtración” que “no amerita comentario mayor”.
El presidente del PAN pidió que se dé oportunidad a que Nava presente su defensa ente estas acusaciones.
Por otro lado, el presidente del Senado, Ernesto Cordero, quien fue compañero de Nava en el gabinete de Calderón, pidió que se investigue el caso y se aclare.
“Que se investigue y que se aclare, no nos adelantemos, vamos a esperar que se investigue y que se aclare”, señaló entrevistado previo a un encuentro con empresarios locales de Querétaro.
El esquema del fraude en contra de Pemex fue desarrollado a través de Conproca, el consorcio formado por la alemana Siemens y la coreana SK Engineering, donde para obtener el proyecto de Cadereyta, presentaron una propuesta significativamente más baja que su único otro competidor.
“Notablemente, el plan financiero de Conproca describió que emitiría cinco tramos de deuda en la suma agregada del principal de mil 521 millones 115 mil 210 dólares a través de varios acuerdos con instituciones financieras, y la emisión de bonos registradas con la SEC (Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos)”, se explica en el documento.
“Una vez ganado el proyecto, los acusados diseñaron un plan para crear una serie de sobrecostos, el pago de los cuales les permitiría compensar el déficit financiero incurrido cuando presentaron su propuesta económica irreal. Como parte de ese esquema para defraudar, con información y convicción, los acusados sobornaron a varios individuos en Pemex, como un ex funcionario quien era senador en México”, detalló el documento.
En el documento se explicó que los sobornos le permitieron a las empresas asegurar acuerdos adicionales entre Pemex y Conproca, que crearon un supuesto “marco legal”, para el pago de los sobrecostos, y que fueron logrados pese a un reporte de auditores a Pemex que recomendaban que no se hicieran porque no habían sido contemplados en el contrato original y, por tanto, carecían de apoyo documental.
Según se precisó en la ampliación de la demanda, Pemex transmitió las facturas fraudulentas por medio de fax, en lugar de utilizar las vías que se encuentran dentro de la norma, al Master Trust, una organización constituida en Delaware, EU, con el fin de financiar Pidiregas y colocaciones en el extranjero.
Las facturas alteradas llegaban a Nueva York, mediante los DOPIS, a sabiendas las empresas que esas facturas les serían pagadas. Las facturas fraudulentas de estos envíos se aprecian en las tablas 1 y 2.
Al recibir cada factura fraudulenta, el Master Trust autorizaría el pago, mediante su cuenta en Nueva York, a la de Conproca en Citibank.
El 12 de diciembre de 2008, la SEC presentó su demanda contra Siemens por corrupción en varios países, que provocó el despido masivo de ejecutivos en todo el mundo y una multa sin precedente para la empresa en Estados Unidos. En aquella demanda se revelaron los sobornos a funcionarios de Pemex y a un consultor externo que no fue identificado.
En México, Siemens renovó a toda su planta de ejecutivos, mientras que las autoridades persiguieron judicialmente a varios ex funcionarios de Pemex. Sólo hasta el año pasado, cuando la nueva administración de Emilio Lozoya en Pemex se negó a pagar sobrecostos a las empresas y demandó en Nueva York, se reveló el nombre de Camil como el consultor que entregó a funcionarios de la empresa y a un senador, 2.6 millones de dólares en sobornos.
Camil negó todas las acusaciones y la PGR, que lo investigó por presuntos actos de soborno, lo exoneró en diciembre pasado.
Como informó 24 HORAS, Pemex pidió una prórroga a la Corte de Nueva York con el fin de ampliar las pruebas que tenía en contra de Siemens, el resultado de esta adición fue la aparición de César Nava Vázquez y dos ejecutivos de Pemex que ya fueron inhabilitados.
“César Nava Vázquez, consejero general de Pemex, impidió que Pemex recibiera 102 mil 800 millones de dólares en compensación por las violaciones en el contrato por Conproca”, detalla la paraestatal.
Conproca es el consorcio formado por la alemana Siemens y la compañía coreana SK y de acuerdo con Pemex, los retrasos que tuvo en la entrega de los trabajos en Cadereyta, llevaron a que esta asociación tuviera que pagar garantías contractuales.
Como informó este diario el pasado 10 de mayo, Pemex presentó el testimonio de un ex-empleado de Siemens para ampliar las pruebas documentales en su demanda en contra de la compañía alemana.
El ex empleado es Peter Paul Muller, ex director jurídico de Siemens en México, quien señaló al empresario Jaime Federico Camil Garza, como autor de una simulación para ocultar un pago de dos millones 600 mil dólares a funcionarios de la petrolera:
“El 6 de mayo de 2013, Muller fue a la Procuraduría General de la República (Oficina del Procurador General), donde testificó durante aproximadamente ocho horas. Durante su testimonio, Muller confirmó que Siemens pagó sobornos a funcionarios de Pemex Cadereyta conectados a los sobrecostos del proyecto.
Explicó, además, que el contrato entre Jaime Camil Garza y Siemens fue un encubrimiento diseñado para evitar sospechas sobre las tarifas exorbitantes pagados a él como un consultor Siemens. Según Muller, los 2.6 millones Siemens pagados a Camil Garza fueron pagados a los funcionarios de Pemex. Muller reveló que uno de los funcionarios de Pemex era un senador en México”, detalla el documento.
Muller también dijo que otro de los testigos de la red de corrupción que operaba Siemens con SK es Viktor Warketin, ex director adjunto de Conproca.
Nava, que en ese entonces fue director jurídico de Pemex, provocó que ésta se comprometiera a cobrar dos de las cartas de crédito, al portador, por un total de 102 mil 800 millones de dólares, por lo que envió a Lucía Munive, una funcionaria de Pemex, a Corea del Sur en mayo de 2002.
De acuerdo con el relato del testigo, Munive fue detenida por instrucciones de Nava Vázquez para no cobrar las cartas de crédito. Después de esto, ella fue procesada penalmente.
De acuerdo con la ampliación de la demanda, el objetivo de la red de corrupción era sacar sobrecostos del proyecto de Cadereyta. En total, ambas empresas pudieron beneficiarse con un monto de 182 mil 400 millones de dólares.
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