Embriones de peces expuestos a sedimentos en lugares contaminados en 2010 y 2011 en el Golfo de México muestran anormalidades en el desarrollo, incluyendo defectos cardíacos, retraso al incubar y reducido éxito de eclosión, el rompimiento del huevo al nacer.

 

Investigadores realizaron estos hallazgos como parte de un esfuerzo de colaboración en curso para realizar un seguimiento de los impactos del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en el Golfo de México en abril de 2010, donde extensas áreas de Louisiana recibieron grandes cantidades de petróleo.

 

Especies que comparten este hábitat, como salmones, truchas moteadas, lenguado, cangrejos azules, camarones y ostras, corren el riesgo de tener efectos similares.

 

“Estos efectos son característicos debido la toxicidad del petróleo crudo”, dice el coautor Andrew Whitehead, profesor asistente de toxicología ambiental en la Universidad de California. Y agrega que  los resultados del informe pueden predecir los impactos a largo plazo para las poblaciones de peces en el Golfo de México.

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Los investigadores tomaron muestras de especies abundantes en los hábitats de las marismas costeras, a lo largo de la costa del Golfo de México, debido a que no migran.

 

Las mediciones de salud de ciertas especies son indicativos de su entorno local, por lo que un tema ideal para el estudio.

 

“Nuestros resultados indican que el éxito en el desarrollo de estos peces en el campo puede estar comprometido”, aseguró Benjamin Dubansky, autor principal del estudio y quien recientemente obtuvo su doctorado la Universidad Estatal de Louisiana.