Nacida en Oakland, de corazón mexicano y poseedora de una obra artística impactante, el motor de su vida radica en la justicia social, enfocada a su entorno próximo que son los migrantes y la violencia contra la mujer. Su compromiso para lograr conciencia sobre dichas problemáticas es absoluta; eso explica el impacto, calidad y fuerza en su obra artística. Una mujer de época.

 

Pablo A. Anduaga (PA): Para empezar me gustaría preguntarte sobre tu percepción sobre el artista y su entorno social en esta etapa histórica, ¿qué peso que tiene el arte en la cotidianeidad de las personas?

Favianna Rodríguez (FR): Estamos en una etapa en todo el mundo donde las corporaciones y los intereses multinacionales están controlando mucho de lo que vemos en las noticias, en los museos o en las calles. Estamos inundados con mensajes para que seamos consumidores, nos hablan únicamente de lo que tenemos que comprar. No vemos mensajes sobre lo que está pasando en la actualidad, por ejemplo, con los derechos de los trabajadores o de los migrantes, tampoco sobre los efectos que está teniendo el capitalismo en el planeta, no vemos lo que está sufriendo por los cambios climáticos, que están afectando nuestra vida; para mí en este contexto es importante que el arte sea una manera de tener una crítica social, una manera de reclamar nuestra humanidad, de que no sólo existimos para ser consumidores sino ser también personas que debemos formar el mundo en el que queremos vivir. El arte es una manera de vernos reflejados. Yo, como una mujer de color que he crecido en los Estados Unidos, muchas veces no vi imágenes positivas de mí, no vi imágenes que representaban a una mujer de color de una manera positiva. Siempre trataba sobre nuestra sexualidad y de una manera muy machista. Para mí el arte fue una manera de hacer una crítica social para reclamar el feminismo. Para decir las experiencias propias y de la gente migrante, las mujeres trabajadoras, de color etc. El arte es una manera de pensar, de desarrollar el pensamiento crítico.

 

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PA: Tomaste muy en serio tu formación académica y debido a las causas sociales que defiendes gran parte de tu trabajo artístico tiene como eje generar conciencia e informar; en tu experiencia ¿cuál es el impacto que tiene el acceso a la educación en una persona?

FR: He tenido con la educación una relación un poco tumultuosa, debemos de pensar exactamente lo que vemos como educación, porque yo fui a la universidad y decidí dejarlo para hacer mi arte y abrir mi propia empresa donde hacíamos diseños web. La razón para dejarla fue que la universidad no me ofrecía lo que realmente buscaba, no me ofrecía una manera para desarrollar la artista que quería ser, yo no terminé mis estudios, sin embargo ahora enseño en varias universidades de todo el país. Es importante seguir una educación autodidacta, es importante que no veamos únicamente a las universidades como los lugares donde podemos aprender, sino también en los colectivos, en los centros comunitarios. Hay muchas maneras en las que uno puede aprender y yo en especial siempre he ido a talleres en diferentes barrios de la ciudad, voy a colaborar con diferentes artistas en los Estados Unidos y así aprendo. Lo que fue sí fue importante en mis años formativos (de los 12 a los 17) mis padres se enfocaban mucho en la educación pues ellos como migrantes veían que la educación era una manera de sobrevivir y sobresalir, ellos no hablaban bien el inglés, no tenían estudios universitarios. Yo fui de una de los primeras hijas que entró a la universidad. Para ellos la educación era algo muy importante para incorporarse en este nuevo país a los que ellos habían venido.

 

PA: En el tema migratorio en México tenemos una paradoja: al ser paso directo hacia los EU las políticas migratorias mexicanas (visados, trato en aduanas, aeropuertos, etc.) para Centro y Sudamérica son incluso más agresivas que las estadounidenses para mexicanos, ¿Qué opinión te merece?

FR: Los migrantes en realidad representan una resistencia al capitalismo como lo conocemos hoy, los migrantes representan el costo humano de un mundo de libre comercio, los migrantes representan el costo humano de un mundo que más y más se ha interesado en la corporaciones multinacionales, estamos en un mundo donde las ganancias importan más que el ser humano.

Tenemos una crisis migratoria justamente porque los recursos y tierras en este mundo se han violado tremendamente. Ha habido un juego muy sucio donde países como Estados Unidos, Canadá y muchos países en Europa han diseñado políticas y tratados internacionales que han afectado a miles de personas. Tenemos que recordad que antes que ser sudamericanos o mexicanos somos seres humanos, y como tales estamos en búsqueda de una vida mejor. Los humanos migran porque están escapando de una realidad violenta.

Las mujeres viajan a otros países porque buscan oportunidades para trabajar, los jóvenes gay se van a otro lugar para poder vivir sus vidas. Estos son sueños y cuentos heroicos, debemos entender que toda violación que provoca migración es algo injusto, los migrantes van en busca de sueños, lo que ha causado son situaciones económicas donde tiene sus orígenes en los Estados Unidos y habiendo visto muchos documentales y leído reportajes sobre el trato de migrantes centro y sudamericanos me da mucha tristeza, porque aquí en EU estamos armando un movimiento para defender al migrante y muchas veces sólo vemos la migración a EU, no vemos la migración como un concepto internacional.

Para mí es lo que falta, entender que el migrante no es únicamente el mexicano que viene a EU sino que es todo ser humano que tiene dejar su tierra natal en busca de su sueño porque no lo encuentra en su tierra

 

PA: Por otro lado, México exige agenda al gobierno de EU sobre Reforma Migratoria para sus connacionales; sin embargo, para los demás latinos que buscan el “sueño americano” el paso por suelo mexicano se ha convertido en una pesadilla infernal (apuntalada por la narcoviolencia y corrupción en autoridades migratorias), ¿qué nos puedes decir de esta ambivalencia?

FR: La razón por la que sé que es una pesadilla es algo horrible. He leído sobre las violaciones a mujeres, la narcoviolencia que existe contra estos seres humanos es horrible y uno se pone muy triste. Yo he aprendido esto por gracias a la obra artística, lo he visto en documentales, reportajes con fotografía. Pienso que debemos expandir el diálogo sobre lo que es la migración en general, porque hay un peligro cuando sólo hablamos de los migrantes en México, lo que estamos haciendo es limitar una imagen sobre derechos humanos de los migrantes, cuando hablamos de migrantes debemos hablar de lo que pasa en todo el mundo. No hablamos de lo que pasa en África, no hablamos de los que llegan a Europa, a China. Para lograr que este mensaje sea universal nuestro arte debe hablar de que son historias de seres humanos, pienso que el arte te abre el corazón y si tú estás limitando tu obra al diálogo de México con EU pues qué chiste tiene el arte. Éste debe ayudarnos a pensar de una manera más global, de una manera en que podamos imaginar que los seres humanos no tenemos que estar peleando, no tiene nada que ver de qué país seas. Un ser humano merece protección, merece el derecho de sobrevivir y tener un trabajo y estas historia sobre la narcoviolencia se tienen que contar para que la gente aprenda sobre lo que está pasando y que tengamos una conexión emocional. Podemos ver las noticias pero el arte nos toca en un lugar emocional donde podemos hacer un enlace con otro ser humano y decir “tu sufrimiento es mi sufrimiento”.

 

PA: Enfocándonos al arte, hay una palabra en inglés hermosa por específica, “commitment”, ¿cómo llegaste a ella en tu trabajo?

FR: “Commitment” para mí significa una promesa, una responsabilidad, un deber que tengo con mi obra pero también con la justicia social. Yo llegué a ese lugar con mi obra cuando entendí el poder del arte. He visto muchos jóvenes en donde yo nací (Oakland, California), hijos de migrantes mexicanos que estaban involucrados en la violencia, en las drogas. Vi a muchas amigas que se embarazaban, vi lo que es el racismo y la desigualdad, vi los efectos de ello en los niños y jóvenes. El arte siempre ha sido una forma de pelear en contra de eso, de poder construir un amor hacia nosotros mismo. A veces la opresión y neocolonización tiene destroza nuestro ser, para mí la obra artística es una manera de inspirar a los jóvenes y a nuestra gente. A veces estamos tan atorados en los efectos de todo lo malo que está pasando (pobreza o el sufrimiento del planeta) que no nos podemos imaginar todo lo que es posible. El arte nos ayuda a imaginarlo, a celebrarlo. A veces nos hace llorar, en lo personal me ha salvado la vida y me ha dado una razón por la cual existir y tener mucho amor hacia mi gente, mis padres, mi comunidad, los migrantes. Yo tengo este deber con mi obra y espero que siga toda mi vida.

 

PA: Millones de personas han conocido tu trabajo en la calle -ya sea como cartel, esténcil o póster en una pared, flyers, impreso en playeras etc.- y no porque haya sido confinado a un museo por el mainstream cultural (con el mercado del arte como inquisidor). En tu opinión, ¿Cuándo una obra se puede considerar “fine art”, existe un parámetro?

FR: Pienso que el arte es arte, las fuerzas elitistas crean categorías sobre lo que llamas “Fine Art” o “Street Art”, para mí es todo lo que te mueve, te hace pensar, te inspira. Los colores, líneas o lo que ves en la pared tiene un momento en el que te toca el corazón, te cuestiona lo que estás pensando. La verdad no me intereso mucho en las categorías, me dicen que soy una artista “feminista”, “latina”, “política”, “trasnacional”, “street art” o de “galería”, son categorías que no importan, lo que sí importa es que el arte tiene un lenguaje universal. Tampoco me importa si soy una artista feminista porque el arte que yo hago no sólo es para mujeres sino para todos los que se interese en los derechos humanos, incluyendo las mujeres. No me gusta limitarme por categorías, como artista uno debe de encontrar lo que más te llama para crear; felizmente no fui a una escuela de arte porque me hubieran hecho no sé qué en la cabeza, veo a amigos que van a dichas escuelas y salen muy raros. Yo no fui a una escuela de arte, mi conocimiento sobre el arte ha sido por experiencia, me ha ayudado a pensar diferente y experimentar con maneras nuevas del arte. Ya no importa si está en una galería o en un museo, puede existir en la calle o en un Pop-up Art Show, lo importante es que exista y que sea una manera de tener un diálogo con la gente.

 

PA: Tocando el tema de las mujeres, en el país más dominante del mundo 1 de cada 5 mujeres sufre violación o abuso sexual; en Suecia, considerado país de 1er. mundo, 70% de las mujeres ha sufrido violencia física. ¿Cuáles consideras que son las causas de la elevada tasa de violencia contra mujeres a nivel mundial en la actualidad y cómo revertirla?

FR: Es un tema que me enfurece mucho, porque estoy leyendo de violaciones que están pasando en la India o aquí en Ohio o en todo el mundo. Es una epidemia, como mujeres sumamos la mitad de los pobladores del mundo y dejamos que los hombres estén controlando las leyes y creando sistemas que están explotando a la mujer, tanto sexualmente como quienes hacen leyes que no detienen esta epidemia. Es importante crear arte donde las mujeres somos las protagonistas principales y que estemos empoderadas “enpowered womens” , no sumisas ni dóciles sino mujeres que podemos tener control de nuestras comunidades y de nuestras vidas y también pelear y sacarle la mierda al hombre que se atreva a ser violento contra una mujer. A mí me gusta hacer arte donde la mujer se defiende de una manera donde los hombres entienda que no vamos a estar aguantando sus tonterías y su forma de opresión, de control.

 

PA: Para finalizar, tienes algo planeado para México en 2013, ¿cuándo nos visitas?

FR: Les cuento que yo pasé muchos años en la Ciudad de México como adolescente, fueron unos años muy formativos, en las escuelas donde estudiaba aprendí sobre Frida Kahlo y Diego Rivera, por primera vez en mi vida pude ver los murales y estudiar a los muralistas. Conocí la obra del Taller de Gráfica Popular y aprendí sobre Tlatelolco. Yo no soy mexicana pero mi corazón sí lo es. Crecí en la cultura mexicana, mis padres son de Perú, para mí la cultura mexicana me dio mucha identidad y orgullo, crecí con migrantes mexicanos: mi nana, los niños de mi salón. Era algo muy bello pues me sentía en una comunidad muy bonita. Cuando viví en el DF fueron años que me transformaron, estudié hasta el arte de los aztecas y eso me dio un lenguaje artístico que continúa en mi obra. El DF es mi ciudad favorita, en el futuro quisiera vivir ahí, hacer mi obra y colaborar con mucha gente, me encantaría conocer a otros artistas que les interesara estos asuntos de la migración global, la globalización y todo lo que está pasando en el hemisferio . Espero poder visitar el DF antes de que se acabe el año, en verano, octubre o noviembre ya sea para dar una charla o con el taller, espero se comuniquen conmigo, estoy a sólo tres horas y medio de ahí (por avión). Es importante que logremos enlaces internacionales; solo así, con una comunidad artística internacional, vamos a poder enfrentar los obstáculos que enfrentamos estos días.

www.yaconic.com

 

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