Como otras profesiones, la arquitectura ha estado pensada como una actividad creativa propiamente masculina. Anteriormente se veía la aparición de las mujeres como algo espontáneo y relativamente nuevo, sin embargo, llevan muchos años presentes y con grandes aportaciones.
La lista es larga. Hay una gran cantidad de mujeres que han generado nuevas ideas desde hace muchos años. Uno de los primeros personajes fue Lina Bo Bardi (1914-1992) arquitecta italiana cuyo trabajo se desarrolló en Brasil. Ella revolucionó y sensibilizó, desde su perspectiva social, el campo de la arquitectura. Su trabajo ha adquirido una dimensión de diálogo entre lo moderno y lo popular.
Ella se refiere al espacio como un elemento para ser construido por el habitar de las personas, donde la intervención del usuario debe ser constante y continua, un espacio inacabado que sería completado por las personas. Entre sus proyectos más representativos se encuentra el Museo de Arte Moderno de São Paulo, (MASP).
Otra de las mujeres a destacar es la diseñadora-artista estadounidense Ray Eames (1912-1988) esposa y socia de Charles Eames. Incluso, se les considera como una de las parejas más prolíficas en la historia del diseño. Seguramente todos hemos visto su trabajo en algún momento.
Continúan siendo iconos y sus creaciones abarcan el diseño de mobiliario, juguetes, arquitectura y ambientaciones de películas y series como.
Hoy en día, la relevancia de las mujeres ha llegado al premio Pritzker (considerado el Nobel de la arquitectura). Zaha Hadid, nacida en Bagdad, Irak en 1950, fue la primer mujer en ganarlo en 2004 y todos pudimos observar uno de sus últimos trabajos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ya que la arquitecta anglo-iraquí fue la responsable de la creación del Centro Acuático.
En 2010, la japonesa Kasuyo Sejima (1956) se convirtió en la segunda mujer en conseguir este premio internacional. Cuenta con obras por todo el mundo, como el nuevo museo de Louvre de Lens, resultado de un concurso internacional. Ellas son una parte importante del panorama internacional y una muestra la participación que tienen las mujeres hoy día.
También destacan las nuevas generaciones de arquitectas mexicanas, que participan en el escenario local o internacional.
Por ejemplo, Tatiana Bilbao (1972), Fernanda Canales (1974), Frida Escobedo (1979), Alejandra Elizarraras (1975) y Marisol Quevedo, estas últimas socias del taller “La Proyecteria”.Todas ellas han sido muy exitosas en la práctica profesional de la arquitectura mexicana.
A pregunta expresa sobre cuál es el papel de la mujer en la arquitectura, Alejandra Elizarraras comparte con 24 Horas que no cree en la diferencia de géneros.
“Durante siglos, el papel de la mujer y su forma de relacionarse con el mundo social y cultural era totalmente diferente a la del hombre. Es lógico pensar que la forma de aproximarnos al espacio sea diferente.
“Pero creemos que estas distintas experiencias que pueden transmitir tanto un hombre como una mujer se deben complementar, ya que la arquitectura es universal y no responde sólo a un tema de género”.
– ¿Y cómo ven actualmente la profesión?
“Hoy en día la vemos como una gran responsabilidad social que va más allá de la sensibilidad”, concluye.