MONTREAL, Canadá. El líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, dice que puede regresar al país, que sus compañeros pueden ofrecerle protección absoluta, sin embargo, cree que es muy importante que haya un acuerdo político con el gobierno antes de hacerlo.

         Ayer, en la primera entrega de esta charla que sostuvo 24 HORAS con el autoexiliado líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos de la República Mexicana (SNTMMYSRM), reveló que se han abierto los canales de diálogo que se habían roto.

 

Dijo acerca del nuevo gobierno, de Enrique Peña Nieto:

 

“Hay buenas intenciones, buenas declaraciones, se han abierto puertas de diálogo que se había roto y cerrado totalmente y particularmente con el último gobierno de Felipe Calderón. Esperemos que honren lo que han declarado y dicho de que serán respetuosos de la voluntad popular, de la democracia sindical, de la libertad sindical, y desde luego de crear mayores oportunidades, más justicia y equidad para la población mexicana en su conjunto”.

 

Esta es la segunda y última parte de la conversación:

 

–¿Tiene pensado regresar a México eventualmente?

 

–Sí desde luego y mis compañeros me están esperando. Las familias de trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos me están esperando y desde luego que sí, pero obviamente lo tengo que hacer sobre bases que garanticen la seguridad y la integridad que todavía no se han totalmente consolidado. Me inventaron 11 acusaciones diferentes, todas han sido desechadas en diferentes tribunales, han sido todas declaradas inconstitucionales, es decir, los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón violaron la Constitución. Hay declaraciones hasta como las del gobernador Humberto Moreira a un año de que Vicente Fox le ordenó que me arrestara a mí y a mis compañeros. El gobernador le contestó en público, y todo el mundo lo tiene presente, diciendo “sobre qué bases si no hay cargos contra ellos. Créalas o invéntalas o después te las decimos, pero por lo pronto arréstelos”. ¿Cómo un presidente va a violar los derechos humanos de las personas de esa manera, a un líder sindical? En países desarrollados, ya hubiera caído el gobierno y estaría en la cárcel ahorita por esos hechos y esa obstrucción de la justicia y esos abusos del poder que cometieron. Entonces, en cuanto se den estas condiciones, yo espero regresar y continuar la labor normal del sindicalismo y de mejorar la democracia sindical, las relaciones laborales con las empresas, incrementar la productividad como ha sido nuestra política siempre. Por cierto, el Sindicato Nacional de Mineros fueron los pioneros, los primeros que firmaron desde los años 70 y 80 los convenios de productividad con las empresas y esa tradición se ha mantenido. Por eso, hemos logrado los mayores incrementos en salarios y prestaciones porque la productividad ha seguido creciendo en el sector minero, metalúrgico y siderúrgico y porque obviamente hemos querido que se haga justicia cuando los precios de los metales estaban en niveles sin precedentes y hay una gran demanda en el mercado mundial.

 

–¿Tiene miedo de regresar?

 

–No, en absoluto no. Sé que tengo que tomar precauciones. Hay muchos enemigos y andan sueltos y tienen mucho poder y tienen muchos cómplices en diferentes áreas, pero miedo no. Tengo la seguridad de que todos mis compañeros trabajadores me ofrecen la protección absoluta, pero desde luego creemos que es muy importante que haya un acuerdo político de respeto de parte del gobierno, de las autoridades. Ellos ahora son los responsables de conducir al país. Si ven que todo esto, como me lo han dicho en reuniones privadas, ha sido una persecución política sin fundamento irracional y que nunca debió existir, bueno pues ahora están en la posición política para corregir y cambiar porque ahora ellos son los responsables de esta situación. Cuando uno llega a una nueva posición y ve que algo está mal de la anterior, la cambia no la continúa porque entonces sería una continuidad de malestares, problemas, tragedias y desastres para México y no creo que sea la intención de este gobierno, por lo menos han dicho cosas totalmente diferentes. Entonces, sí necesitamos que haya ese compromiso de respeto, que es lo que mis compañeros están proponiendo al gobierno. Lo han hecho por escrito, lo han hecho en privado y esperemos que haya respuesta pronto. Ya pasaron casi seis meses, pero todavía no hemos visto esa solución final a este conflicto que, como decía, nunca debió haber sucedido.

 

–¿Cómo vive su familia esta situación?

 

Tenemos mucha experiencia de viaje fuera porque primero hice mis estudios de posgrado fuera, en el exterior. Estuve en Inglaterra, becado por el gobierno de Inglaterra, hice mis estudios de posgrado en economía en la Universidad de Oxford. Tuve posiciones internacionales. Fui director de la Casa de la Moneda de México. Fui dos años presidente de la Organización Mundial de directores de Casas de Moneda del 86 al 88, y desde luego pues esto me dio la oportunidad de viajar a muchos lugares. Una responsabilidad que me siento muy honrado de haberla tenido. Mi posición en el comité ejecutivo mundial de IndustriALL Global Union, el mayor sindicato industrial en el mundo actualmente. Todo eso lo tomamos como una experiencia previa. Toda mi familia habla inglés, algunos hasta francés. Creo que si pensaron que con esto nos iban a destruir moralmente, se equivocaron. Fortalecieron más la unidad de mi familia en respaldo y en apoyo.

“Canadá es un gran país, con un nivel de educación muy elevado, con un grado de cultura y de seguridad que ya quisiéramos tener en México y que ojalá algún día lo logremos obtener, pero obviamente han sido difícil todos estos ataques y esta campaña sucia de medios. Todos los días hasta el día de hoy, uno ve en las noticias declaraciones de traidores a la organización, de gente corrupta de medios de comunicación que verdaderamente desacreditan la función del periodismo y se mueven por intereses. Ha sido difícil, pero con el tiempo la madurez nos ha dado una fortaleza increíble. Hemos hecho grandes amigos en Canadá y en el mundo entero, quizá muchos más que los que teníamos antes, totalmente comprometidos con esta lucha y en solidaridad. Dentro de los males de esta situación, mi familia y yo nos sentimos tranquilos y seguros y con la esperanza y la confianza de que este conflicto pronto se va a terminar y de que podamos regresar todos con tranquilidad y con respeto a mi integridad y seguridad y a la de mi familia y de mis compañeros mineros”.

 

–¿Por qué elegir a Canadá como país de exilio?

 

–No lo elegí, perdón. Esto fue una circunstancia. De hecho, no decidí salir del país. Quería continuar en México y dar las luchas en México, pero de todas estas advertencias y amenazas del gobierno de Vicente Fox, de las empresas utilizando los medios más sucios y perversos que se pueden imaginar, las amenazas anónimas, mis compañeros dirigentes del sindicato minero dijeron que necesitamos que el líder se mantenga fuerte. Sin el líder quizá van a querer venir a destruir a la organización. Mis compañeros y amigos líderes internacionales me ofrecieron salir de México y lo primero que pensamos estando en Pasta de Conchos, donde estuve casi tres semanas después de que se había ido Grupo México, y ante las recomendaciones de mis compañeros, decidí salir y estuve en Estados Unidos unas pocas semanas. Después, mis compañeros dirigentes sindicales internacionales pensaron que Canadá era un país mucho más seguro por un estándar y un nivel de justicia de primer nivel, con mucho respeto, y que había mayores garantías de seguridad. Recordamos que en este momento estaba Bush en la Presidencia de Estados Unidos, muy amigo de Vicente Fox, y cualquier abuso de poder se podía haber gestado de esta manera. Entonces era mucho más seguro estar en Canadá y por eso fue la decisión de venirme a este país.

 

–Los dirigentes de la United Steelworkers de Estados Unidos y Canadá le presentaron a varios políticos, especialmente a Jack Layton, quien fue el líder del Partido Neodemócrata y de la oposición oficial canadiense. ¿Qué tipo de relación tiene usted con esos políticos y líderes sindicales en Canadá?

 

–Muy muy cercana, muy solidaria. Efectivamente Leo Gerard, el presidente internacional de la United Steelworkers y Ken Neumann, el director nacional de la Steelworkers en Canadá, y Steve Hunt, el director del Distrito 3, me presentaron a Jack Layton. De inmediato, desde el primer momento, Jack Layton, un hombre muy inteligente, muy sensible, entendió nuestras luchas y se solidarizó. Puedo presumir que terminamos siendo grandes amigos hasta su muerte. De hecho, él presidió una delegación de políticos y dirigentes sindicales en 2009, que fue a México. Intentó reunirse con Felipe Calderón y Calderón no lo quiso recibir al líder de la oposición en Canadá. Lo turnó al secretario y siniestro personaje Javier Lozano Alarcón y desde luego hubo mucha inconformidad. Iban más de 50 líderes y miembros de Parlamentos de 14 países, líderes sindicales.

 

“Se ha hecho una relación muy estrecha con muchos políticos de Canadá, con líderes sindicales, con el presidente del Congreso del Trabajo de Canadá, porque han sido muy solidarios. Han entendido que esta lucha no se puede perder porque esta es una lucha por la democracia y por la justicia social y por la libertad sindical. Me han hecho reconocimientos nacionales en Canadá e internacionales como la AFL-CIO, la Federación Americana del Trabajo, en 2011, que me otorgó el prestigiado premio internacional en derechos humanos y justicia social. Todos estos son reconocimientos a esta buena relación, a esta lucha, a esta entrega que para ellos lo ven como una inspiración, un ejemplo para continuar sus actividades sindicales y sus luchas por la mejora del bienestar y las condiciones del trabajo”.

 

–Esta relación con los dirigentes de la United Steelworkers de Estados Unidos y Canadá se concretizó en la firma de un acuerdo trilateral.

 

–Sí. De hecho en el año 2005, Leo Gerard, el presidente internacional, y yo firmamos antes del inicio de este conflicto una alianza estratégica e internacional. Ésta la hemos continuado, incluso se ha fortalecido y expandido en el año 2011, la convertimos en una alianza internacional de solidaridad de Norteamérica porque obviamente estando dentro del NAFTA, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un capítulo sobre los derechos laborales en donde estamos unidos México, Estados Unidos y Canadá, pues lo lógico era tener una estrategia global de defensa común de los derechos de los trabajadores y de los derechos humanos. Muchos de los empresarios son los mismos que actúan en Estados Unidos y en Canadá. Grupo México tiene minas en Estados Unidos, en Arizona, en Texas, en Perú. Empresas como ArcelorMittal, Bombardier y muchas otras están en los tres países. Entonces tenemos una alianza muy solidaria, muy fuerte y la presencia de todos en cada país es muy importante. Creo que esto es un ejemplo que se está empezando a extender en muchos otros países. Han sido muy solidarios con nosotros. Yo agradezco y reconozco toda esta gran solidaridad y apoyo que hemos tenido de ellos. Creo que fuimos visionarios en crear estas alianzas estratégicas, producto de las circunstancias en parte, pero ya lo veníamos creando desde antes del conflicto en 2005 y otros sindicatos no lo han hecho en México. Nos sentimos muy orgullosos de esta gran solidaridad internacional a favor de los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México y de los sindicatos democráticos del país.

 

–¿Cuáles son las próximas etapas para usted en los siguientes meses?

 

–Seguiré escribiendo mis artículos en La Jornada. Seguiré escribiendo estas historias hasta que no se termine el conflicto completamente. Por supuesto, presidiendo el sindicato nacional, porque así lo han determinado mis compañeros trabajadores. Como decía, seis veces me han relecto unánimemente. Espero que ya pronto haya un acuerdo con este gobierno para que garantice la seguridad y el respeto para mi regreso y así volver a la normalidad en nuestras actividades, continuar educando, preparando a los trabajadores, luchando por un mayor bienestar para sus familias y estableciendo bases de productividad  y eficiencia en las relaciones laborales con las empresas. Espero que esto lo logremos muy pronto. También espero que haya una apertura de este gobierno como lo han declarado en los hechos y que realmente lo conviertan en actos concretos que terminen con este irracional conflicto y esta absurda persecución política porque no tiene por qué continuar.

 

“Quisiera agregar algo a esta entrevista. A lo largo de este proceso, la unidad familiar se ha fortalecido, la solidaridad internacional y nacional tremendamente. A veces nos preocupa que en México siga habiendo todavía tantas complicidades e intereses en políticos, jueces, magistrados, en periodistas, abogados, que se dedican a trabajar por intereses económicos en lugar de por la verdad. México no necesita de la inmoralidad de unos cuantos. México tiene que cambiar, requiere una mejor conciencia social, una mayor moralización de la sociedad, si queremos avanzar hacia un futuro más sólido, de mayor prosperidad y de mayor dignidad para los trabajadores y para la población, para el país en su conjunto”.