La disminución drástica en la migración ilegal obliga a reajustar las relaciones entre Estados Unidos, México y Centroamérica, señalaron el Instituto de Política Migratoria (MPI) y el Wilson Center.

 

“Con estos flujos disminuidos de inmigración, que persistirán en el futuro según la mayoría de los observadores, hay una oportunidad significativa para reajustar las relaciones entre Estados Unidos, México y América Central en materia de migración”, expresó Doris Meissner, investigadora senior del MPI, quien también fue comisionada del Servicio de Migración y Naturalización de EU entre 1993 y 2000.

 

El MPI y el Wilson Center presentaron ayer el informe del Grupo de Estudio de la Migración Regional, copresidido por el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, el ex secretario de Comercio de EU, Carlos Gutiérrez, y el ex vicepresidente y ex ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Stein.

 

El reporte titulado “Pensando regionalmente para competir globalmente” ofrece 14 conclusiones y recomendaciones para los “diseñadores de políticas” de la región, algunas centradas en el actual debate legislativo en EU sobre la migración y otras dirigidas a México y Centroamérica.

 

Las organizaciones notaron, principalmente a lo largo de sus consultas que duraron dos años y medio, que los cambios demográficos, económicos y sociales en la región alteraron la dinámica del sistema migratorio regional, por lo que consideran necesarias nuevas políticas en esa materia desde Canadá hasta Panamá.

 

El crecimiento más lento de la población, los mayores niveles de educación y la expansión de la clase media en México y El Salvador, especialmente, así como el rol cambiante de nuestro país como receptor de inmigrantes son parte de los factores que modificaron los perfiles de las personas que migran.

 

“Resolver el tema de la migración y las cuestiones que lo rodean es vital para el crecimiento a largo plazo de la región, al igual que su prosperidad, orden social y seguridad y en muchas maneras, su competitividad en una economía global que cambia rápidamente e implacablemente”, dijo Demetrios Papademetriou, presidente del MPI.

 

El grupo recomienda el desarrollo de estándares comunes en programas educativos y de la fuerza de trabajo en sectores clave regionales, como la salud, la manufactura, las infraestructuras y el transporte, así como la necesidad de fomentar más movimiento de ida y vuelta entre países y los intercambios de capacidades y experiencias que resulten de ese movimiento migratorio.