WASHINGTON. Vientos con velocidad de hasta 300 kilómetros por hora, granizos del tamaño de un puño que caían como proyectiles contra blancos fijos y móviles alimentaron al tornado que destruyó a su paso los suburbios de Newcastle y Moore en Oklahoma el lunes por la tarde. El primer balance confirmó que la zona, escenario de huracanes y tornados, no dispone de un sistema de alerta generalizado, refugios subterráneos, abastecimientos de agua para emergencias ni rutas de desalojo en edificios.

 

Según la cadena ABC News, el gran número de víctimas entre niños se debió en parte a que las escuelas primarias de la ciudad de Moore, la más afectada, no tienen refugios subterráneos. Eso, a pesar de que en mayo de 1999 la zona sufrió el tornado más fuerte jamás registrado en la historia mundial, de una velocidad de 483 kilómetros por hora.

 

Durante la madrugada del lunes, y en plena incertidumbre por las labores de rescate, se confirmó que 51 personas habían muerto, incluidos 20 niños, pero el servicio forense indicó que se duplicaron algunos nombres en medio de la catástrofe, por lo que más tarde la cifra de muertos se redujo a 24. Desde el lunes por la noche equipos de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) se habían desplegado en la zona.

 

El tornado fue descrito como “gigantesco y mortífero” por el Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), pues tuvo categoría EF4, la segunda más fuerte en la escala Fujita, y desafió todo el sistema de protección civil de Estados Unidos. La escala mide y clasifica la intensidad del meteoro conforme la destrucción que ocasione en las estructuras construidas por el hombre y a la vegetación.

 

El tornado tuvo vientos de 300 kilómetros por hora y 420 kilómetros por hora, con lo que se le asignó la escala EF4: con árboles arrancados de raíz y paredes y tejados de edificios sólidos, así como vehículos pesados que pueden ser lanzados por el aire (trenes y camiones de hasta 40 toneladas). Antes de que el cono de aire comprimido, granizo y lluvia alcanzara las zonas más populosas de Oklahoma, se activó el sistema de alerta del NOAA contra desastres.

 

Minutos después, Bill Bunting, del NOAA dijo a la emisora CNN: “Gracias al sistema los vecinos de la zona tuvieron 16 minutos para buscar un refugio antes de que comenzara la catástrofe”, aunque manifestó su temor de que por ser una zona muy habitada no todos hubieran atendido las alarmas. Redacción

 

FEMA SIN FONDOS

 

En septiembre de 2011, el presidente Barack Obama pidió a los legisladores republicanos dejarse “de juegos” y trabajar con él para decidir el presupuesto del año fiscal 2012-2013. El presidente criticó a los republicanos por recortar los fondos para la gestión de emergencias y operaciones del gobierno, que amenazaban en ese momento con paralizar la burocracia federal, como a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) que podía quedarse sin fondos en esos días, a pesar de que faltaban varios meses para que concluyera la temporada de huracanes.