Se hacían pasar como un despacho contable, tenían sus “oficinas” en un edificio sobre la calle Venecia, colonia Juárez, y a través de anuncios publicitarios solicitaban mujeres interesadas en trabajar. Al menos 10 jóvenes acudieron a citas de trabajo y, una vez aceptadas, eran explotadas sexualmente en un prostíbulo.
Las oficinas eran en realidad habitaciones para atender a los clientes. Las mujeres eran obligadas a vestir con ropa provocativa, brindar servicios sexuales y entregar la mitad de las ganancias que obtuvieran por sus “servicios”.
Las víctimas señalan a Laura Yolanda Liberato Rodríguez como la encargada de contratarlas y a José Antonio Benítez Cruz de autorizar el acceso a los clientes, vigilar a las jóvenes y exigirles la mitad de su pago.
Estos casos forman parte de los 70 casos que actualmente están activos y con investigaciones en curso a cargo de Juana Camila Bautista Rebollar, titular de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas de la Procuraduría del DF, que ayer entró en funciones formalmente.
La funcionaria aseguró que hasta la fecha la mayoría de los probables responsables del delito de trata provienen de Tlaxcala, en donde la práctica de este delito se ha convertido en una especie de “negocio familiar”.
“Lamentablemente la mayoría de los probables responsables de este delito vienen de Tlaxcala, en donde se ha hecho como un tipo de negocio familiar, en el que se involucra desde el padre, la madre, los hermanos, los primos y, a su vez, cada uno de ellos tiene a su cargo un cierto número de personas a las que tienen sometidas y las explotan sexualmente”, acusó.
“Estos tipos (tratantes) son sicarios, sanguinarios, y asesinos, y llevan a sus víctimas a explotarlas no sólo en otras partes del país sino a varios puntos de Estados Unidos. Lo peor es que lo hacen como un oficio de familia que van heredando”, aseguró a 24 HORAS la fiscal.
Una nueva forma de operar de estos grupos, que provienen principalmente del municipio de Tenancingo, es el ir a Chiapas y enganchar a jóvenes centroamericanas para después explotarlas sexualmente en el DF y EU.
“Gente de Tenancingo se va a Chiapas y engancha a chicas de Centroamérica: salvadoreñas, hondureñas y guatemaltecas, para llevárselas a otras ciudades y explotarlas”.
Datos oficiales indican que de 2007 a abril de este año, la Procuraduría del DF ha logrado liberar a 346 víctimas (262 eran mujeres), de las cuales 127 eran sometidas a un tipo de trata laboral y 219 de tipo sexual.
En total, en dicho lapso, fueron detenidos 229 personas como probables responsables, de los cuales se consignaron 208 y se desarticularon 19 bandas dedicadas a este delito, con un total de 136 miembros.
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