El pleito jurídico entre el ministro en retiro Genaro David Góngora Pimentel y Ana María Orozco, madre de sus hijos, salió de los juzgados y se convirtió en un escándalo político en el que se acusa al ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de tráfico de influencias.

 

Presa en el penal de Santa Martha Acatitla, Orozco busca evitar que el ministro utilice “artimañas legales”, con supuesta ayuda de jueces, para que le quiten la patria protestad de los menores.

 

En entrevista telefónica desde el penal para Noticias MVS, Orozco acusó al jurista de valerse de su presunta amistad con autoridades magisteriales y judiciales para acusarla de “maltrato infantil” en contra de sus propios hijos David y Ulises, de cinco y siete años, respectivamente, y ambos diagnosticados con autismo.

 

Un ejemplo de ello, denunció Orozco, es que Góngora logró que el magistrado de la Cuarta Sala de lo Familiar, del Tribunal Superior de Justicia del DF, Juan Luis González Alcántara, solicitara “un estudio psicológico” para confirmar si existía maltrato contra los niños.

 

La situación de abuso que advierte Orozco es que Alcántara Carrancá, aparte de ser amigo del ministro Góngora, fue el mismo magistrado que en agosto de 2011 ordenó reducir la pensión que ella recibe para manutención sus dos hijos a 50 mil pesos, cuando debía recibir 350 mil pesos mensuales.

 

Góngora Pimentel y Orozco se conocieron en 2003 e iniciaron una relación sentimental; dos años pasaron para que Ana María entrada a trabajar a la SCJN, directamente para el ministro. En mayo de 2009, ella renuncia, luego de que tanto a David como a Ulises se les diagnosticara autismo. La situación provocó el rompimiento de la pareja.

 

Para diciembre del mismo año, el ministro le ofrece una suma de dos millones 300 mil pesos para la compra de una casa para sus hijos, misma que fue motivo para que el ministro demandara a su ex cónyuge al no ponerla a nombre de sus hijos sino al de ella.

 

“Lo firmé a mi nombre, porque él no quiso presentarse ante el notario público para hacer el trámite. Le comenté que pondría el terreno a mi nombre y dijo ‘está bien’”, sostiene Orozco sobre la acusación que tan sólo le llevó siete días a la Juez del DF, Nelly Ivonne Cortez, para librar la orden de aprehensión en su contra.

 

Sobre la situación, el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, aseguró que en “la Procuraduría no vamos a permitir el tráfico de influencias”.