A pesar de compartir frontera con nuestro país, Belice es un destino que no está en el radar de muchos mexicanos. Además, contrario a lo que uno pensaría que sería fácil llegar a un país vecino, actualmente no hay vuelos directos.

 

 

Tuve que volar a Chetumal y de ahí tomar un taxi beliceño para cruzar la frontera e ingresar por el pueblo desangelado de Corozal. Después, tomé una avioneta para llegar finalmente a la Isla de San Pedro, famosa gracias a la canción de Madonna, Isla Bonita.

 

 

Me encanta volar en aviones pequeños y esta vez no fue la excepción, sobrevolábamos encima de un mar azul turquesa que estaba salpicado de pequeñas islas.

 

San Pedro no tiene mucho de paradisiaco si uno se queda en el Centro. Sus estrechas calles, algunas todavía no pavimentadas, con edificios de madera y un sin fin de comercios, son caóticas. Los coches en su mayoría han sido sustituidos por pequeños carritos de golf, que se mueven rápidamente de un lado a otro transportando a sus habitantes vestidos de traje, o a los ex patriados quemados por el sol, con lentes oscuros, rastas y sin zapatos. En el aeropuerto, una vez más, tomé un taxi que me dejó en el muelle.

 

 

Ahí sí vi el paraíso, un mar hermoso. Recorrimos algunos kilómetros en el barco, que parecería el medio de transporte más rápido para llegar a los hoteles esparcidos por las playas de la isla. Después de unos 20 minutos de recorrido, el barco empezó a reducir su velocidad y lo primero que vi fue un muelle enorme, que llevaba a un hotel con una larga alberca rodeada de modernos edificios de dos pisos. Este sería mi casa por las siguientes noches: el hotel Las Terrazas, un hotel operado por la cadena de Preferred Hotels.

 

 

El hotel es cómodo y aún conserva un tamaño ideal, ya que a pesar de haber estado lleno cuando lo visité, era lo suficientemente amplio y no se sentía la presencia de los demás huéspedes. Los cuartos están perfectamente equipados y son extremadamente cómodos, con pantallas de plasma, relojes con docks para el iPod y una pequeña cocineta. Tanto la alberca, como la playa, resultaron lugares ideales para descansar y pasar el rato leyendo. Lo único que se oía, eran las olas y el viento moviendo las palmeras.

 

 

Durante mi estancia, todo el personal del hotel fue muy amable, aunque viniendo con el ritmo de la Ciudad de México, pasaron varios días antes de que me acostumbrara al servicio tan lento. Desayunar o comer, era cuestión de horas y no de minutos, además de que el restaurante no era nada espectacular.

 

 

Sin embargo, para comer rico descubrí dos restaurantes que valen la pena reseñar. Al lado del hotel, se encuentra un pequeño restaurante, llamado Rendevouz, en el cual sirven comida de fusión asiática y francesa. Entre mis platillos favoritos estuvieron un cangrejo preparado en una infusión picante al estilo Singapur, que literalmente estaba para chuparse los dedos, así como el Pad Thai, que tenía sabores a tamarindo, cacahuate y cilantro con una buena porción de pollo y camarón.

 

 

Otra noche, me deleité en las preparaciones italianas en el restaurante Mambo, ubicado dentro del Hotel Matachica. Llegué vía taxi marino y mi primera impresión fue que era un hotel pequeño de aire chic e informal en el cual estoy segura un diseñador planeó todo el ambiente con un gran cuidado. Ahí, comí una simple, pero deliciosa pasta hecha en casa, con una dulce salsa de tomate, albahaca fresca y auténtico queso parmesano.

 

 

Una visita a Belice no estaría completa sin una esnorqueleada o buceada en sus arrecifes, los cuáles están llenos de un sin fin de peces multicolores, pero además, nunca había visto tantos tiburones gatas, que se acercan curiosamente a los visitantes.

 

 

En fin, Belice es un destino que vale la pena conocer, si lo que te gusta es el mar, playas con fina y blanca arena, así como actividades dentro del mar. Fue una escapada deliciosa que sin duda, a pesar de que me tomó un poco más de tiempo llegar, valió la pena.

 

 

Espero que tengas un maravilloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

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Hotel Las Terrazas

Home

Barrier Reef Drive |

P O Box 13, San Pedro, Ambergris Caye, Belize

1-800-447-1553

 

Rendevouz

http://ambergriscaye.com/rendezvous/

011-501-226-3426

 

Mambo Restaurant

http://matachica.com/eat/

5 miles north of San Pedro

Ambergris Caye, Belize, Central America

Tel: 011-501-226-5010