ana saldanaA pesar de compartir fronteras con nuestro país, Belice es un destino que no está en el radar de muchos mexicanos. Además, contrario a lo que uno pensaría de que sería fácil llegar a un país vecino, actualmente no hay vuelos directos.

Tuve que primero volar a Chetumal y de ahí tomar un taxi beliceño que ya me esperaba en el aeropuerto de Chetumal para cruzar la frontera e ingresar por el pueblo desangelado de Corozal. Después, tomé una avioneta para llegar finalmente a la Isla de San Pedro. Esta famosa isla que fue puesta en el mapa, gracias a la canción de Madonna, Isla Bonita.

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Me encanta volar en aviones pequeños y esta vez no fue la excepción. Mientras veía al capitán del avión mover las palancas y los instrumentos que parpadeaban al mostrarme la ruta que estamos recorriendo, sobrevolábamos encima de un mar azul turquesa que estaba salpicado de pequeñas islas.

Belice3San Pedro es isla, que confieso no tiene mucho de paradisiaco si uno se queda en el Centro. Sus estrechas calles, algunas todavía no pavimentadas, con edificios de madera y un sin fin de comercios es caótica. Los coches en su mayoría han sido sustituidos por pequeños carritos de golf personalizados por sus dueños, que se mueven rápidamente de un lado a otro transportando a sus habitantes que van vestidos desde trajes, hasta los expatriados quemados por el sol, con lentes oscuros y rastas, sin zapatos. En el aeropuerto una vez más tomé un taxi que me dejó en el muelle.

Ahí, si vi el paraíso, un mar hermoso. Recorrimos algunos kilómetros en el barco, que sea dicho parecería el medio de transporte más rápido para llegar a los hoteles esparcidos por las playas de la isla. Después de unos 20 minutos de recorrido, el barco empezó a reducir su velocidad y lo primero que vi fue un muelle enorme, que llevaba a un hotel con una larga alberca rodeada de modernos edificios cuadrados de dos pisos. Este sería mi casa por las siguientes noches: el hotel Las Terrazas, un hotel operado por la cadena de Preferred Hotels.

El hotel es cómodo y aún conserva un tamaño ideal ya que a pesar de haber estado lleno cuando lo visité, era lo suficientemente amplio, que no se sentía la presencia de los demás huéspedes. Los cuartos estaban perfectamente equipados y eran extremadamente cómodos, con pantallas de plasma, relojes con docks para el ipod y una pequeña cocineta. Tanto la alberca, como la playa, resultaron lugares ideales para descansar y pasar el rato leyendo. Lo único que se oía, eran las olas y el viento moviendo las palmeras.

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Durante mi estancia, todo el personal del hotel fue muy amable, aunque viniendo con el ritmo de la ciudad de México, pasaron varios días antes de que me acostumbrara al servicio tan lento. Desayunar o comer, era cuestión de horas y no de minutos, además de que el restaurante no era nada espectacular.

Sin embargo, para comer rico descubrí dos restaurantes que valen la pena reseñar. Al lado del hotel, se encontraba un pequeño restaurante, llamado Rendevouz, en el cual servían comida de fusión asiática y francesa. Entre mis platillos favoritos estuvieron un cangrejo preparado en una infusión picante al estilo Singapur, que literalmente estaba para chuparse los dedos, así como el Pad Thai, que tenía sabores a tamarindo, cacahuate y cilantro con una buena porción de pollo y camarón.

Otra noche, me deleité en las preparaciones italianas en el restaurante Mambo, ubicado dentro del Hotel Matachica. Llegué vía taxi marino y mi primera impresión fue que era un hotel pequeño de aire chic e informal en el cual estoy segura un diseñador planeó todo el ambiente con un gran cuidado. Ahí, comí una simple, pero deliciosa pasta hecha en casa, con una dulce salsa de tomate, albahaca fresca y auténtico queso parmesano.

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Una visita a Belice no estaría completa sin una esnorqueleada o buceada en sus arrecifes, los cuáles, al igual que en el Caribe Mexicano, están llenos de un sin fin de peces multicolores, pero además, nunca había visto tantos tiburones gatas, que se acercan curiosamente a los visitantes.

Belice-5En fin, Belice es un destino que vale la pena conocer, si lo que te gusta es el mar caribe, playas con arenas finas y blancas, así como actividades dentro del mar. Fue una escapada deliciosa que sin duda, a pesar de que me tomó un poco más de tiempo llegar, valió la pena.

Espero que tengas un maravilloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

Hotel Las Terrazas

http://www.lasterrazasresort.com |Barrier Reef Drive | PO Box 13, San Pedro, Ambergris Caye, Belize | Tel. 1-800-447-1553

Rendevouz

http://ambergriscaye.com/rendezvous/ | Tel. 011-501-226-3426

Mambo Restaurant

http://matachica.com/eat/ |5 miles north of San Pedro |Ambergris Caye, Belize, Central  America | Tel: 011-501-226-5010