Ante el incremento de hechos violentos en la zona, la Policía Federal (PF) arribó a la región de Tierra Caliente de Guerrero para reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad.

 
La estrategia también obedece a replegar y “arrinconar” a integrantes de Los Caballeros Templarios, quienes estarían tratando de huir de Michoacán, tras la puesta en marcha del Operativo Coordinado Michoacán.

 
De acuerdo con mandos federales, entre miércoles y jueves han llegado a esta zona por lo menos 140 agentes, así como vehículos blindados.

 
Los mandos federales consultados señalan que en esta región aumentaron en las últimas semanas los secuestros, los asesinatos y los enfrentamientos.

 
A finales de marzo, 12 personas fueron ejecutadas con armas de fuego en dos municipios de la zona de Tierra Caliente de Guerrero, primero en Ciudad Altamirano y después en Ajuchitlán.

 
La semana pasada, un comando ejecutó al subsecretario de Seguridad Pública de San Miguel Totoloapan, Raúl Valladares Díaz. En septiembre de 2012 también fue asesinado en esta región el ex alcalde del mismo municipio, Miguel Jaimes Palacios.

 
En Ciudad Altamirano la presencia de grupos de la delincuencia organizada ha provocado el cierre de negocios.

 

La advertencia
Ayer, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, indicó que pidió a la Federación blindar las fronteras entre la entidad y Michoacán, ante la posibilidad de que miembros de la delincuencia organizada pasen a territorio guerrerense, luego de que el Ejército tomara el control de la seguridad de esa entidad.

 
Informó que a Guerrero arribarán más efectivos del Ejército, así como de la Secretaría de Marina y elementos de la Policía Federal.
El gobernado explicó que el blindaje será en las fronteras con entidades vecinas, con el propósito de evitar que los grupos de la delincuencia se trasladen a otros puntos del país.

 
En su segundo informe de labores regional, en Arcelia, recordó que mandatarios de la zona centro del país se reunieron en días pasados con autoridades federales, para solicitarles que actúen con mayor determinación en el combate a la delincuencia en Guerrero.
La petición obedece, dijo, a que hay regiones, como la de Tierra Caliente, asoladas por los grupos delictivos.

 
“En Guerrero vamos a ‘blindar’ tanto las fronteras en Tierra Caliente como en la región de la Costa Grande. Estaremos muy pendientes para darle seguimiento y no permitiremos que se desborde la violencia, pues los habitantes sólo quieren mejores oportunidades de trabajo”, aseveró.

 

No al estado de excepción
El Gobierno federal descartó ayer declarar el estado de excepción en Michoacán, donde un amplio despliegue militar pretende poner fin a la violencia del crimen organizado y devolver a los miembros de los grupos de autodefensa a su “posición de ciudadanos”.
“Hasta este momento no se hace necesario invocar alguna de estas figuras que están contempladas en la Constitución”, dijo en una entrevista telefónica el portavoz del Gobierno mexicano en seguridad, Eduardo Sánchez.

 
Destacó que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene “objetivos muy concretos y plazos” que debe ir cumpliendo para pacificar Michoacán, un estado donde hace años operan grupos del crimen organizado.

 
Fue en ese estado donde en diciembre de 2006, días después de asumir la Presidencia, Felipe Calderón sacó al Ejército a las calles para combatir a organizaciones criminales, como La Familia Michoacana y Los Zetas.

 
Este último grupo, que en sus orígenes entrenó en tierras michoacanas, perpetró en Morelia, la capital del estado, uno de los peores atentados en la historia reciente de México al lanzar granadas que causaron la muerte de ocho personas y heridas a más de un centenar.